Nos encontramos en una situación en la que todos los agentes y sectores económicos están teniendo que hacer frente a una nueva realidad. El panorama ha cambiado y va camino de hacerlo aún más y todos estamos trabajando para que esta famosa coyuntura no nos pase mucha factura. Pero en el sector de la logística y el transporte la situación es más precaria porque los problemas de hoy son los que venimos arrastrando desde hace años, acrecentados por las dificultades económicas.

A la oscilación en el precio del petróleo y la reducción de los márgenes comerciales se ha sumado la falta de liquidez en los mercados financieros. Pero el panorama actual, poco halagüeño para los negocios y para la economía en general, es un aliciente para continuar adelante.

Si se cumplen las previsiones que indican que 2011 será un año todavía peor para las empresas, se hace necesario poner ahínco y trabajar duro para salir reforzados de la situación.

Las empresas logísticas deben apostar, en la medida de sus posibilidades, por crear empleo y por el trabajo bien hecho. Incrementar la cobertura de los servicios y mejorar su calidad hace crecer la confianza de los clientes que ven en el crecimiento empresarial y de servicios un beneficio para ellos. Y éste es el elemento más importante a considerar: los clientes y sus necesidades. El cliente es una fuente de ideas a tener en cuenta, además de una llave que posibilita la entrada a nuevos mercados. No se trata de lanzarse a la piscina a ciegas, sino de captar ideas y oportunidades de negocio a través de las necesidades de nuestros usuarios y canalizarlas hacia el beneficio empresarial.

La Comunidad Valenciana dispone de una buena red de infraestructuras y ello nos beneficia, pero no hemos de perder el horizonte y ser realistas: marcar metas elevadas y poco probables no es beneficioso. Hay que ser realistas. En la Comunidad hay desarrollo, está claro que podría haber más, pero hemos de aprovechar lo que hay, no lo que esperamos. En nuestro sector, la competencia es menor que en otras comunidades como Madrid o Cataluña.
Además, el sector puede buscar oportunidades en el territorio nacional, pero también en el exterior. Este es tan buen momento como cualquier otro para iniciar la apertura al mercado internacional.

No existe una receta mágica para hacer que las cosas funcionen mejor y no podemos quedarnos parados sin hacer nada. La solución pasa por la creatividad y la innovación, por no echar marcha atrás y seguir adelante.

JUAN MOLINA
Director General de Grupo Logístico Molina