Editorial
Los depots de contenedores: los olvidados
Los depots de contenedores continúan estando en precario en su mayoría, principalmente los que se encuentran ubicados en las zonas de Nazaret y La Punta, al no disponer de terrenos calificados para realizar sus actividades y en los que ubicar sus instalaciones y contenedores.
El problema de estas empresas, que se dedican a la actividad de la reparación, limpieza y depósito de contenedores es que no están ubicadas en terrenos catalogados como suelo industrial. Esto ha sido debido, principalmente, al inicio de sus actividades, generadas con la aparición del tráfico de contenedores, que ha crecido espectacularmente en los últimos veinte años en el puerto de Valencia.
Este tráfico demandaba pequeñas reparaciones y limpieza para los contenedores que venían con importación y una vez descargados se volvían a utilizar para la exportación, estando el menor tiempo posible en puerto. Esta urgencia en la disponibilidad del equipo y la falta de instalaciones adecuadas en los puertos motivó que talleres mecánicos dedicaran parte de su actividad a realizar estas pequeñas reparaciones. El incremento de esta actividad motivó, además, que los talleres alquilaran los terrenos anexos para poder ubicar estos contenedores.
Con el crecimiento del tráfico y debido a la necesidad de la proximidad al puerto de estos talleres, las zonas de Nazaret y La Punta, con actividades varias y huertas abandonas, se fueron repoblando de contenedores, generándose una actividad importante para su entorno, tanto por la colocación de mano de obra como por los beneficios que dejaba en los comercios de la zona.
Esta ha sido una situación permitida por todos, vecinos de los barrios y autoridades locales y ahora se vuelve en contra de los empresarios por empezar a molestar ante el crecimiento de los depots de contenedores como por el tráfico de camiones que los transporta.
Los vecinos empiezan a solicitar nuevos y mejores servicios municipales y al no llegar éstos, hacen uso de la precariedad de los depots, ubicados en terrenos calificados como no urbanizables, como elemento de presión contra el Ayuntamiento.
Esta falta de previsión de las necesidadeds del tráfico de contenedores por parte de las autoridades locales y portuarias y la falta de visión empresarial de los propios afectados ha motivado que no haya una zona definida para esta industria, máxime cuando junto al nuevo cauce del río Turia se encuentran diferentes zonas industriales o comerciales, como MercaValencia, la Estación Fuente de San Luis, la depuradora de Pinedo y, por último, la Zona de Actividades Logísticas (ZAL). Con todos estos terrenos dedicados al comercio y la industria, me parece incomprensible que no se haya designado una zona donde ubicar a todos los depots, que sería insignificante frente a los terrenos ocupados por las instalaciones señaladas.
Este problema, que se remonta a mitad de los años ochenta, hoy en día es más acuciante para los depots de contenedores, que están amenazados de precintarles las instalaciones por parte de las autoridades municipales, que no saben donde poner los contenedores, ya que el Parque Logístico de Ribarroja aún es un proyecto y no entrará en servicio hasta dentro de uno o dos años. La pregunta es ¿Y mientras tanto qué? ¿Se dejan los contenedores donde están aunque precinten las instalaciones? ¿Afectará negativamente esta situación a las compañías navieras que tengan contenedores allí depositados?
Tras analizar esta situación durante todos estos años, no entiendo porque aún no se ha encontrado una situación válida para todos, entendiendo también al puerto, ya que este servicio se ofrece a las compañías navieras y a las empresas de alquiler de contenedores, lo que ayuda a incrementar el tráfico de contenedores por nuestro puerto.
En estos momentos la situación está todavía más complicada. Por un lado, parte de los contenedores de algunos de los depots afectados se encuentran dentro del recinto portuario y tienen que ser desalojados para poder hacer los nuevos viales de circulación en la Dársena Sur. Por otro, los contenedores que aún se encuentran en Nazaret o La Punta se pueden ver bloqueados por el precinto de las instalaciones. La única posibilidad que había para solucionar en parte estos problemas era utilizar la terminal de equipo vacío que la Consellería de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes sacó a concurso junto a la terminal de Renfe de Fuente de San Luis, de unos 85.000 metros cuadrados de superficie, al que se presentaron dos ofertas y que después de varios meses continúa sin adjudicarse, sin que se sepan los motivos de este retraso, máxime cuando las dos propuestas presentadas fueron admitidas como válidas.
Mientras tanto, la Autoridad Portuaria de Valencia ha acudido a los juzgados para obligar a desalojar los terrenos de la Ampliación Sur para poder concluir las obras.