Casa Calabuig cumple cien años como bar y restaurante del sector portuario, en los que ha evolucionado a la vez que el puerto y ha sufrido todos sus envites. Nos lo cuenta su gerente, José Luis Rubio, que después de cuarenta años trabajando en este local, ha visto como pasaban por sus mesas los ejecutivos más importantes del sector portuario y otros profesionales como guardamuelles, portuarios, barrenderos y todo tipo de personalidades relacionadas con los muelles valencianos.

Después de cien años su actividad también ha cambiado. Cuando en 1903, se fundó este negocio en principio fue dedicado a ser un bar para tomar café por la mañana, el aperitivo a medio día y una copa después de trabajar. Con el paso del tiempo se fueron haciendo más comidas, hasta establecer en la actualidad un menú diario, unas tapas bien hechas y sus famosos bocadillos, el más especial el "Calabuig", creación de Juan Brotons, el actual propietario.

Ahora en Casa Calabuig trabajan 16 personas, entre camareros, cocineros y los que están detrás del mostrador del estanco. Un numeroso equipo que trabaja diariamente para hacerle la vida más fácil a sus clientes.

Hablando de clientes, hay que decir que algunos han crecido, madurado y envejecido con este bar, que destaca por tener una clientela muy fiel.

Tanto es así que la mayor parte de los clientes son fijos. Aunque también hay que resaltar que la clientela de este local es muy variopinta, tanto se sirven de este local, aparte de los trabajadores del sector, los turistas que visitan el puerto, profesionales que se han acercado al puerto para hacer gestiones o los trasnochadores que después de una fiesta aprovechan la apertura del local, las seis de mañana, para tomar el café antes de ir a dormir. En resumen, hablamos de un punto de encuentro centenario que ha conseguido adaptarse a los tiempos, tanto a los buenos como a los malos, y que lucha día a día para seguir evolucionando junto al puerto de Valencia.