Un puerto con historia
La reina de los muelles
La primera compañía que escaló en el puerto de Valencia con buques portacontenedores fue Sealand en 1969, con barcos como el “Mar Tierra”, con capacidad para 80 TEU.
Para poder atender a las operaciones de este buque y, posteriormente, del “Relay” en el muelle transversal de Poniente, Marítima Valenciana, agente y estibador de eta naviera, compró una grúa móvil de celosía y una carretilla elevadora Caterpilar, modelo AH-60. En este año se manipularon en el puerto un total de 5.000 contenedores, equivalentes a 6.015 TEU.
Los primeros contenedores que se descargaron en Valencia se manipularon en el muelle de Poniente con dos grúas pico, que operaban simultáneamente, un balancín y un spreader manual.
La primera gran grúa
El crecimiento del tráfico de contenedores y la falta de inversión en el puerto de Valencia por parte de la Dirección General de Puertos, llevó a los dirigentes de Marítima Valenciana a comprar una grúa. La figura clave en esta operación fue Perfecto Palacio de la Fuente, consejero delegado y accionista de esta firma entonces, quien consiguió fomentar el tráfico de contenedores hacia Valencia.
Los dirigentes de la Junta del Puerto de Valencia accedieron a solicitar la autorización para instalar la grúa ante la Dirección General de Puertos, después de que esta propuesta fuera rechazada por el puerto de Alicante. En aquel momento, José Luis Vilar ocupaba el cargo de directo y el actual presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Rafael del Moral, ejercía de jefe de Explotación y Planificación.
La correspondiente solicitud de autorización fue presentada en 1971 ante la Dirección General de Puertos y fue, posteriormente firmada por Marciano Martínez Catena, director general, a primeros del año siguiente.
Antes de finales de ese mismo año, con la autorización provisional de la Junta del Puerto de Valencia, Marítima Valenciana cerraba la operación de compra de una grúa para contenedores, marca Liebherr, de 30 toneladas de potencia. Esta grúa fue enviada en tren desde Austria a Italia, donde fue embarcada en el puerto de Livorno a bordo del buque “Silvia Y” y llegó a Valencia el 20 de marzo de 1972. Fue desembarcada en el Espigón del Turia Norte donde se realizó su montaje y quedó instalada. Paralelamente a estos trabajos, la Junta del Puerto hubo de construir una viga paralela al muelle, apoyada sobre 3 pilotes, sobre la que colocar la vía para las patas posteriores de la grúa, debido a la falta de consistencia del firme para soportar su peso. La grúa entró en servicio el 20 de septiembre de ese mismo año, con la escala del buque “Tiber” de Sea Land. Esta fue la primera grúa privada que se instaló en el puerto de Valencia y en el sistema portuario español.
En este muelle fue habilitada una miniterminal de contenedores, cuyas instalaciones comprendían 180 metros de línea de atraque y una superficie de 12.500 metros cuadrados, que también era compartida con otros operadores de diferentes tipos de mercancías.
Ante la escasez de instalaciones para nuevas concesiones operativas y con el fin de dar la posibilidad a otras compañías navieras que se quisieran instalar en Valencia, la Junta del Puerto consideró que debía convocar un concurso público para la concesión de la Gestión de los Servicios Públicos de Manipulación de Contenedores, como finalmente se denominó oficialmente. El concurso fue concedido a la firma Marítima Valenciana, S.A. el 15 de noviembre de 1972 por el Comité Ejecutivo de la Junta del Puerto, año en el que se movieron un total de 11.604 contenedores, con 19.312 TEUs. El periodo de adjudicación fue de 10 años, a partir del día 1 de enero de 1973.
Desde entonces, y con cada nuevo muelle o zona habilitada para el atraque de buques, las grúas han ido formando parte de la estética del puerto de Valencia y se han convertido en las auténticas reinas de los muelles portuarios de todo el mundo.