“Proyectos que engrandecen”
La producción industrial el sector secundario , mientras que en 1989 casi el 97% del comercio exterior estonio se producía con varias repúblicas soviéticas, en 1993 sólo el 30% de la exportación estonia y el 22% de su importación tuvieron lugar con países pertenecientes a la CEI aunque, en ambos casos, el peso de Rusia superaba los dos tercios.
La industria alimentaria una de las ramas más destacada es la del pescado en conserva, que exporta casi el 80% de su producción a la CEI, sobre todo a Ucrania; otros países del Este son también clientes importantes, al ser las tradiciones en relación con este producto distintas de las del Oeste; sin embargo, pueden presentarse problemas dado que el precio de la materia prima está en alza como resultado de las cuotas internacionales impuestas a la pesca en el mar Báltico. Hoy en día, las industrias cárnica, láctea y conservera cumplen con los estrictos requerimientos de la UE, que han supuesto fuertes inversiones y el cierre de pequeños negocios. En cuanto a las bebidas, la producción ha aumentado considerablemente en los últimos años; aunque no se produce vino, el país es un gran consumidor de cerveza; destaca la exportación de vodka, que ha sabido colocarse en el mercado americano bajo la marca que lleva el nombre de una ciudad estonia, "Türi Vodka".
En la industrial forestal, la transformación de la madera (serrería, tableros, fibra, plywood…), la producción de celulosa y papel y la fabricación de muebles vienen creciendo desde 1995; la tradición y la disponibilidad de materia prima local han contribuido a consolidar el desarrollo de esta industria. En este campo se ha llevado a cabo una de las mayores inversiones de capital, sobre todo extranjero, y casi el 70% de su producción se destina a la exportación.
En cuanto al textil la confección ha crecido considerablemente en los últimos años debido, sobre todo, a la exportación; la subcontratación ha sido la salida de las empresas más pequeñas, no sólo por los salarios inferiores en relación con algunos países cercanos (Finlandia, por ejemplo) sino también por el hecho de que esta industria, tradicionalmente trabajo-intensiva, ha visto cómo se han hecho imprescindibles ciertas inversiones de alta tecnología inabordables para dichas empresas.
La electrónica es uno de los sectores más dinámicos de la economía estonia; su competitividad está creciendo gracias a los cambios promovidos por empresas extranjeras desde sistemas de producción de trabajo intensivo a otros más complejos de mayor valor añadido pues, si bien el número de empleados ha cambiado poco en los últimos años, estando actualmente alrededor de los 13.000, la producción de este sector se ha multiplicado casi por quince en los últimos diez años: así, la producción de la industria electrónica fue, en 2004, un 60% superior a la del año precedente. Para 2006, la estructura de su producción fue: máquinaria y aparatos eléctricos, 34%; equipos de telecomunicaciones, 36%; instrumentos ópticos, médicos y de precisión, 19% y computadoras y equipo de oficina, 6%.
La construcción ha crecido de forma considerable durante los últimos años contribuyendo, en 2006, con un 7,4% al PIB estonio. El sector de materiales de construcción, que engloba desde productores de cemento a fabricantes de papel para decoración, ha experimentado una fuerte expansión en los últimos años.En cuanto al sector de maquinaria, equipos de transporte y materiales de suministro automovilístico, es de destacar, así como en el sector textil, el hecho de que numerosas empresas extranjeras (Volvo, Saab, Scania…) subcontratan con empresas estonias aprovechando los menores costes laborales y la buena formación estonia.
Andreu Romero
POLIAVIN.IBC -Valencia
Gestores de Proyectos
Internacionalización de Empresas