Editorial
¿Acabará la ZAL como depósito de contenedores?
La “gran deseada”, como se puede definir, sin lugar a dudas, a la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del puerto de Valencia, tanto por los años que se viene hablando de ella, desde que se iniciaron los primeros proyectos, allá por 1992, como por el tiempo que ha transcurrido desde que se acabaron las obras de urbanización todavía no ha entrado en servicio.
La ZAL, como ya he apuntado, tiene sus inicios 1992, cuando se creó la Autoridad Portuaria de Valencia, hasta ese año y desde 1978 Puerto Autonómo, que se plantea entre sus proyectos para potenciar el tráfico portuario la construcción de una Zona de Actividades Logística próxima al puerto, donde se pueden complementar las operaciones portuarias con las actividades logística y poder ofrecer en servicio completo entre ambas a los clientes finales.
Un año más tarde ya se fimra un convenio entre la APV, el Ayuntamiento y la Generalitat Valenciana para la ejecución de la ZAL, en el que ya se delimitaban los terrenos junto a la ampliación sur, que abarca una superficie de 700.000 metros cuadrados.
Para ejecutar este proyecto se constituye ese mismo año VPI Logística, participada por las tres instituciones. En 1996 entra en este proyecto la Administración Central, participando en el accionariado de VPI Logística a través de la Sociedad Estatal de Promoción y Equipamiento de Suelo (SEPES), que dependía de Fomento.
Un año después se firma un convenio entre el Ministerio de Fomento, la Generalitat Valenciana, el Ayuntamiento de Valencia y la Autoridad Portuaria de Valencia para ejecutar cuatro proyectos de vital importancia para el desarrollo del puerto: Acceso Norte, la ZAL, el acceso sur ferroviario y el Balcón al Mar.
Como se desprende de lo señalado, aún hay dos proyectos pendientes de ejecutar después de casi 11 años. El Acceso Norte, que será motivo de otro análisis, en sus inicios, y el que nos atañe ahora, la ZAL, que sigue sin entrar en servicio pese a estar terminadas todas las obras, tanto de urbanización de las parcelas como de construcción de los accesos.
Al parecer después de todos los problemas generados con el cambio de SEPES al Ministerio de la Vivienda, la valoración elevadad de los terrenos expropiados ahora está pendiente de la recalificación de unos terrenos de carácter público afectados, que tienen que ser desafectados para su venta y uso con este fin.
Esta situación llevó a la paralización de todas las acciones de alquiler de las parcelas, tras ponerse de acuerdo en el precio VPI y SEPES, que llevó su tiempo, hace más de un año y seguimos pendiente de los trámites administrativos, ahora con las elecciones a la vista.
El comentario que ya ha empezado a circular entre los que estaban interesados en construir allí sus instalaciones y que la mayoría ya se ha buscado una alternativa, hartos de esperar, es que la ZAL terminará usándose como depósito de contenedores. Ahora sólo queda, como viene sucediendo, esperar que la suerte nos acompañe para que el gobierno que acceda al poder continúe con los trámites pendientes y pueda inalizar un proyecto que lleva 16 años de tramitación.
Carlos Vicedo
Editor de Valencia Marítima y Director General de Valenmar S.L.