Estamos ante una época de víctimas, nuestras madres fueron las primeras en utilizar con nosotros ese sentimiento para que siempre hiciésemos lo que ellas querían, lo que no deja de ser algo adorable porque son nuestras madres.

Un sutil sentimiento de culpa que nos lleva a hacer cosas que no queremos en muchos de los casos y que hace que las personas que saben utilizar esta herramienta consigan salirse con la suya por encima de las razones justas o no.

Esta sociedad consumista y sin tiento está llena de víctimas, las de verdad que son en mayor parte su reflejo, a las que nadie escucha normalmente porque sabemos de sobra que éstas sí nos podrían llegar a la conciencia; y las de mentira que son de posibilidades infinitas y siempre tienen un micrófono delante.

Sólo hay que asomarse a un telediario para poder distinguir al menos varias clases de víctimas impostadas. Es muy triste comprobar como algunas personalidades públicas hacen uso de las víctimas para su conveniencia. Cómo es posible que puedan engañar con el dolor de otros y además cuele; y el colmo del paroxismo es que existen seres que se encuentran dentro de colectivos de víctimas, que utilizan estas entidades como arma arrojadiza.

Y es que, a veces, el mundo es tan cruel que hasta en el dolor hace clasificaciones, algunas víctimas no quieren involucrarse con otras porque donde va a parar, lo suyo es mucho peor y además provienen de otra clase social, por favor.

Es tan ridículo como común. Sin ir más lejos, tras el jarro de agua fría y crueldad que nos volvió a recordar que la maldad nunca tiene fin, el pasado 30 de diciembre en la T4 de Barajas, las víctimas del terrorismo, el español, se niegan a asistir mañana a la manifestación convocada por los inmigrantes ecuatorianos y los sindicatos mayoritarios, porque según ellos tiene tintes partidistas. ¿Alguien nos puede explicar porqué decir NO con contundencia y unidad a la violencia y al terrorismo, de la índole que sea, es tan difícil para organizaciones y partidos, se supone demócratas, al margen de detalles semánticos? ¿La unidad de España que tanto se defiende, frente a la violencia, no es más importante? Si recuerdan, algo muy parecido, ya sucedió con el 11M. ¿De verdad hay tantas clases de víctimas?