Tropiezos
Frodo y Pipi
Avirul, 10/11/2006
Uno de esos días perezosos, en el que no tenemos ganas ni siquiera de ir al videoclub de la esquina a por una película que amanse a las fieras de la caja tonta.
En el que nuestra desgana roza el coma, sólo de pensar que ya se acabó el fin de semana y que mañana volveremos a Auswitch, donde no nos gasean pero si nos “moovinean”, nuestra mente dejó de volar por las mil y una soluciones para no tener que volver nunca más, cuando de repente vimos algo que quizá nos podría interesar.
Una de las cadenas emitía "El Señor de los Anillos", donde se descubre una alternativa onírica tan feroz como la real, y en la que pudimos comprobar con horror que en el mundo imaginario de Peter Jackson, recogido de Tolkien, existen seres mucho más tontos que esos que todos conocemos y de los que pensamos diariamente aquello de: “no puede ser más, porque no es ni capaz de coger carrerilla”. Señor@s, existe ese ser, se llama Frodo. Un imbecil elevado al cubo. Ni siquiera lo vamos a argumentar, no hay más que verle la cara y las trazas.
Nuestra mente no estaba para filigranas pero aún así, no podíamos parar de preguntarnos que si se supone que el preciado anillo es la herramienta que puede salvar o perder al mundo, cómo es posible que se la entreguen a un ser tan insustancial. Debe de ser que cuando Jackson leyó el original no le cayeron bien los pobres Hobbits, porque los amiguitos de este pies largos tampoco es que salgan mejor parados que se diga.
A ver si no, cómo se le puede poner a nadie, aunque sea uno de esos pequeños de La Comarca, "Pipi". ¡Hombre por dios! Que le restamos toda la credibilidad al pobre. Que no necesita mucha tampoco, pero un poco de dignidad se merece todo el mundo. Que a ver cómo se puede interpretar un personaje con semejante nombre. El actor habrá tenido que ir al psicólogo después, fijo...En esas, nuestra mente pegó un salto a la realidad, y “¡Ole!” ¡Pero si existe alguien más, que es mundialmente conocido en el mundo mundial como "Pipi"! Increíble, y además, este es real, y para colmo de los colmos, creemos que el bonito nombre se lo ha puesto el sólito...Aún nos estamos riendo. Una prueba más de que la realidad siempre supera con creces a la ficción y de que los domingos, a veces, tendríamos que pasarlos durmiendo.