Existen personas en este mundo que a pesar de parecer imposible critican aptitudes y situaciones que repiten ellas mismas constantemente. Es increíble como nos traicionamos a nosotros mismos, de tan poco que nos conocemos.

Imaginamos que también nosotros hemos incurrido en esta falta que hace que las personas de alrededor se echen las manos a la cabeza preguntándose cómo es posible que este ser humado esté describiéndonos uno por uno sus mayores defectos impunemente, como si no fuera con él porque según su extraña mente pertenecen a otra persona que por supuesto no tiene ni idea de los trajes primavera-verano que le están cortando en un momentito. Porque estas situaciones acontecen normalmente para insultar, criticar nada constructivamente y humillar a otras personas, eso sí, siempre por la espalda que es como mejor se hace. El caso es que no se puede comprender cómo esas personas no entienden que las otras que escuchan ven cada uno de sus defectos conforme se los van aplicando a ese otro pobre que tiene la espalda tan destrozada que se podría dedicar a faquir.

Uno de los misterios del alma humana. Siempre y cuando estas personas que tan poco se conocen y tienen esa facilidad para descubrir lo más negro de sus congéneres, y si no, se lo inventan, puedan tener alma, que lo dudamos.

Con demasiada asiduidad vemos situaciones en las que esas personas tan dispuestas a
apuñalar, aplican a los demás sus malos usos y piensan que todo el mundo es de su misma condición. Así que además, de ver la paja en otros ojos y no la viga en el propio, siempre están a la espectativa para ofenderse por las mayores insulserías, sacar todo el odio del que son capaces, que es mucho, y salirse con la suya aprovechándose de la educación y el buen hacer ajeno.

Antes de criticar al resto de los humanos no estaría demás una revisioncita en el oftalmólogo para descartar que ese peso tan grande que arrastramos no vaya a ser de hormigón armado.
Esta es la explicación de que algunas personas no sean capaces de ver más allá de sus narices. Y a oscuras el golpe es más grande sobre todo por la sorpresa. Nadie está libre de caer de un guindo.