En los países europeos poco acostumbrados a los rigores del calor se cuentan las víctimas ya por cientos y es que aunque algunos se empeñen en olvidarse que al Planeta Tierra lo recubre una capa de ozono que nos protege de los rayos del sol, es una de las pocas verdades absolutas que todavía quedan.

Desde luego en este caso las autoridades viven en “Los mundos de Yupi” y no le dan importancia a los humos, no sólo a los del carácter, sino a los otros, que están cargándose esa capa, que en muchas zonas ya está sustituida por gases contaminantes. Entonces es cuando nos morimos de calor en lugares donde hasta ahora era impensable y a las autoridades, tan graciosas como siempre, sólo se les ocurre lanzar campañas de sanidad para que bebamos agua, como si fuésemos lerdos. Señores, ya sabemos que tenemos que beber agua, que tenemos que situarnos en lugares frescos (que en la mayoría de los casos siguen contaminando, porque los aires acondicionados son contaminantes, para el que no lo sepa) y todas esas cosas, tipo los bombones al sol se derriten.

A ver cuando se les ocurre a países, por poner un par de ejemplos, como Estados Unidos o China atenerse al Protocolo de Kioto, que para invadirnos con sus productos si andan listos pero cuando se trata del bien común, no conocen el concepto, pero en el caso de los chinos no es de extrañar porque allí los derechos humanos aún no han llegado ni a mentira colectiva.

Pero los primeros si que pasean sus armas por el planeta bajo el lema de los derechos humanos y la paz, pero también cuentan con una doble moral a prueba de bombas, tipo Guantánamo, Líbano, Irak... cuando les interesa, por lo que también se pueden olvidar de esta lección básica de ciencias naturales.Unos por otros la casa sin barrer y seguimos escuchando sandeces como que nos tumbemos a la bartola, nos lavemos con agua fresca y nos sitiemos en un centro comercial de por vida mientras dure el verano, que además, así matan dos pájaros de un tiro y consumimos.