Cuántos “troyanos”, virus de esos, caben en un ordenador? No paramos de torturarnos con la preguntita después de que pasáramos meses teniendo 20 en el nuestro.

Meses y meses con 20 bichos con patas, verdes a ser posible, que se nos colaron en nuestro ordenador, no sabemos cómo, ni cuándo. Con lo feos y enormes que deben ser deberíamos haberlos visto en algún momento, agazapados en “mis documentos” o escribiendo en el “escritorio” (que servirá para escribir, no?), o incluyéndose en nuestras fotos, con el photoshop, que seguro que saben usarlo, pero oye, en meses no los hemos visto por ningún sitio. Será porque tienen superpoderes y se han colocado el traje del hombre invisible.

Eso sí, notábamos cosas raras, por ejemplo, nuestro ratón de vez en cuando se quedaba parado sin atender a ninguna de nuestras súplicas. Será que como él también es un bicho de la familia, los debía de ver, pero como no habla pues no podía decirnos nada. Igual que la mascota de Word, en nuestro caso es un clip, el pobre también sufría transformaciones raras, de vez en cuando lo veías dar vueltas por la pantalla a su bola, se le saltaban los ojos, y cuando le daba, se iba montado en una bicicleta. Un fallo que tampoco pudiera hablar, porque convivir diariamente con tanto troyano debe ser una tortura, lo que no entendemos es cómo aún vive.

Después de mucho pensar, hemos decidido cambiar de mascota del Word y poner al gato, que aunque no nos hable por lo menos cace.

Es que no hay derecho, ahora cada vez que nuestro ordenador hace algo raro (y no para de rayarse en todo el día el pobre), nos volvemos locos, a buscar y nos ponemos a temblar porque ¿Cómo vamos a descubrir si han vuelto?. Dicen que con un antivirus. Eso será una vacuna o una especie de cazafantasmas. Mira, no queremos pensarlo, a ver cómo le vamos a pinchar al pobre aparato o peor, meter a tres tíos dentro, con todo el repertorio armamentístico, para matar a tanto monstruo.