Veintepies :: El Sueñecito

OPINION

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Tropiezos

El Sueñecito
Avirul, 04/11/2005

Una música estridente nos saca de los brazos de Morfeo en el remanso de paz que se ha convertido nuestra casa a las cuatro de la mañana. Una vez más, nos hemos quedado roque en el sofá, con la tele puesta que nos remite imágenes que difícilmente nuestro cerebro puede digerir a estas horas de la madrugada.

Se nos saltan las niñetas de los ojos cuando vemos a una señora pintando tan contenta todas las piezas de su dentadura con ...tipex?. Sí señor, se supone que una especie de pintauñas es un portento para blanquear los dientes.

Pero a dónde vamos a llegar, por dios, que cantidad de guarrerías se meten las personas humanas en la boca.

Por si aún no estamos al borde del ataque, a este bonito spot, le sucede otro en el que un señor se echa...¿reflex? con un pitorrillo de última generación en la cara y rejuvenece instantáneamente, así como veinte años, y ¡hala! pelillos a la mar.

No vamos a superar la impresión ni viendo 10 veces la reposición de la Casa de la Pradera.

Menos aún, cuando después vemos como una señora entradita en carnes, mete todos sus michelines en una especie de traje de neopreno/faja, para ponerse un vestido a lo Claudia “chifer”. Que decimos nosotros: No será mejor que anunciarán a la vez
faja/guanderbrá, porque todas esas mollas comprimidas tendrán que ir a algún sitio, imaginamos que será donde acaba aquel artilugio a modo de tortura china. Vamos que realzaría incalculablemente la delantera de cualquiera, por muy hombre que sea, así ya puestos redondeamos la trola.

La noche va a terminar muy mal, lo vemos venir, sobre todo porque antes de que mandemos órdenes urgentes a nuestro cerebro para levantarnos e irnos a la cama de manera inmediata, antes de perderlo para siempre, ya nos han colado otro de estos espectaculares anuncios, esta vez para pagar las majaderías de los anteriores.

Sin pedir ni una explicación, por teléfono y a lo tonto me lo bailo, nos dan por la cara (esa ya con sonrisa inmersa en lejía, super rejuvenecida y adelgazada) una cantidad nada desdeñable, eso sí, para pagar en “cómodas cuotas”, de un 24% de interés. Un atraco en toda regla, a mano armada, con nocturnidad y alevosía. ¡Menudo peligro tienen algunos
sueñecitos!


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