Tropiezos
La Monstra
Avirul, 21/10/2005
Este año no hemos asistido a esa gran celebración del cine en Valencia que supone la Monstra del Mediterrani pero nos podemos imaginar que el programa de acontecimientos no habrá variado de años atrás, en los que hemos sido asistentes impertérritos de la misma.
Es un certamen un poco especial, entre otras razones porque no se entera nadie que se celebra, excepto algunos eruditos, o los más allegados a los organizadores, es decir sus padres.
En ocasiones, sobre todo antes que se celebraban las proyecciones en unos antiguos y famoso cines, se vivían escenas memorables. Las películas era un logro que se reprodujeran en su orden original y con los subtítulos a juego, así se vivían proyecciones en las que el metraje era un alarde de virtuosismo. En ocasiones, veíamos primero el final de la película y luego el principio, o los subtítulos no se correspondían cronométricamente con la película, con lo que los actores parecían ventrílocuos de la talla de Mari Carmen y sus muñecos.
Eso si éramos capaces de entrar a la proyección porque los únicos espectadores de ciertas horas, ya octogenarios, defendían sus derechos como asistentes de excepción con uñas y dientes. Se han vivido escenas dantescas en las colas de estos cines entre las cuatro y las seis de la tarde.
A esto se añade que la programación en muchos casos era tan amena e incitadora al paraíso de Morfeo, que en las salas después de la película deberían haber habilitado una especie de despertador porque las personas humanas dormían y hasta roncaban en estas sesiones.
Claro que para despertar al personal y para evacuar a los asistentes con la mayor rapidez, los organizadores, programaban las escaleras mecánicas, esas tan empinadas, a todo lo que daban. Ni Fernando Alonso.¡Qué escenas!, los pobres octogenarios, como si de Chiquito de la Calzada se tratara, haciendo intentos de montar en las vertiginosas escaleras. Pa'vernos matao! Eso sin contar con las famosas entregas de premios, en las que a viva voz antes del comienzo del acto se leía una enorme lista de patrocinadores: "Gracias a Jamones Antonio, Carnicería Pepa, Refajos Antonia...". Menos mal que los actorazos retirados en su mayoría no entienden el castellano. No sabemos si este año ha resultado igual de interesante este
certamen, pero visto lo visto, glamour no hay mucho pero entretenimiento el que se quiera.