Tropiezos
El consuelo de Benedetti
Avirul, 11/03/2005
El año pasado nos unimos al dolor de todo el país mediante un poema de Mario Benedetti, en esta ocasión también nos remitiremos a este autor que tanto nos gusta y que además cuenta con todos los registros, un maestro para describir las injusticias, la tristeza o la desazón, y un genio para cantar al amor y la vida.
Hoy queremos cantarle a la vida, porque aunque ahora haga un año de una inmensa tragedia que seguirá persistiendo, sobre todo, en la memoria de los que la padecieron, no queremos redundar en el desaliento, ni hacernos eco de lo manido, de manera que desde esta columna nos gustaría enviarles una gotita de aliento a todos aquellos que vivieron de cerca y para siempre esta gran pérdida.
El amor cura todos los males, así que les mostramos una buena referencia de la felicidad que puede significar este inmenso sentimiento:
Todavía
No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría
palpo gusto escucho y veo
tu rostro tu paso largo
tus manos y sin embargo
todavía no lo creo
tu regreso tiene tanto
que ver contigo y conmigo
que por cábala lo digo
y por las dudas lo canto
nadie nunca te reemplaza
y las cosas más triviales
se vuelven fundamentales
porque estás llegando a casa
sin embargo todavía dudo
de esta buena suerte
porque el cielo de tenerte
me parece fantasía
pero venís y es seguro
y venís con tu mirada
y por eso tu llegada
hace mágico el futuro
y aunque
no siempre he entendido
mis culpa y mis fracasos
en cambio sé que en tus brazos
el mundo tiene sentido
y si beso la osadía
y el misterio de tus labios
no habrá dudas ni resabios
te querré más
todavía.
Mario Benedetti