Editorial
Las previsiones se confirman
Ayer fue un día de expectativa, dudas e incertidumbres, al mismo tiempo que de temores e inquietudes, según la posición o ideas de cada uno. Está claro que la principal expectativa, independientemente de la inauguración de los nuevos accesos por el sur a cargo del presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, giraba en torno a la dimisión de Rafael del Moral, por la duda sobre si haría efectiva su dimisión a última hora y si finalmente sería Rafael Aznar el nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia.
Ambos acontecimientos se produjeron. Rafael del Moral, que es un estratega y planificador donde los haya (así ha evolucionado el puerto) tenía claro que en septiembre dimitiría, pero pensado con muchos meses de antelación. De ahí que ya en julio se fijó la fecha del Consejo de Administración, con la conformidad del presidente de la Generalitat Valenciana, que era quien tenía que ahcer oficial, tanto la dimisión del presidente como el nombramiento de su sustituto.
Por lo oido al propio presidente de la Generalitat, este relevo se lleva preparando más de un año, el tiempo en que Rafael Aznar ha ostentado la vicepresidencia comercial de la APV, cargo para el que fue nombrado de forma pensada, planificada y organizada, ya que Valencia ha sido el único puerto que ha contado con dos vicepresidencias. De esta forma se permitía al nuevo presidente ir adquiriendo responsabilidades, toma de decisiones y bagaje al lado de Rafael del Moral y, en muchas ocasiones, sustituyéndolo. Esto, más la formación adquirida por Rafael Aznar en los treinta años que lleva en el puerto, con responsabilidades en diferentes cargos que ha desempeñado, así como en el desarrollo de la Zona de Actividades Logísticas, han hecho de él un candidato adecuado para desempeñar este cargo.
Rafael Del Moral alegaba ayer para dimitir, además de problemas de salud, que su sucesor es la persona idónea para asumir la Presidencia de un puerto líder, con una gran formación y capacitación de trabajo, apoyado con un gran equipo directivo.
Los temores o inquietudes los tenían los propios protagonistas, tanto Rafael del Moral como Rafael Aznar, ya que en política no hay nada decidido hasta que sucede, máxime con el revuelo generado por la prensa, entre los que me inlcuyo.
Al final todo salío como estaba previsto, como no podía ser de otra manera. Surgieron las sonrisas y las felicitaciones, a uno por la labor realizada en sus cuarenta años de vinculación al puerto y al otro por su nombramiento.
Ahora se inicia una nueva etapa, de mucho trabajo y planificación para sacar adelante los diferentes proyectos en los que está inmersa la Autoridad Portuaria de Valencia, que afectan a los tres puertos (Valencia, Gandía y Sagunto), tal como señaló Rafael Aznar, contemplados en el Plan Estratégico.