Es fundamental que la situación que viene atravesando el puerto de Valencia desde hace unos años cambie de cara al futuro. Se trata de la problemática que aún se padece en la operativa portuaria y en el transporte de contenedores que se debe superar por el bien de toda la comunidad portuaria.

Está claro que no existen las soluciones únicas ni todos tenemos la misma forma de ver los problemas y sus posibles soluciones, si no, este conflicto estaría resuelto desde hace tiempo.

Sin embargo, lo que sí debe existir es una postura negociador por parte de todas las partes para encontrar dichas soluciones, que lleven al puerto de Valencia a ofrecer un buen servicio: rápido, eficaz y de calidad, que es lo que desean los clientes y todos lo agentes que intervienen en la comunidad portuaria y en la cadena logística en general. En ello va nuestro futuro.

La interoceanidad del puerto de Valencia es consecuencia del mérito de todos ya que, para haber llegado a esta situación, ha sido necesaria la participación de una comunidad portuaria activa, trabajadora e innovadora y de una Autoridad Portuaria que ha ido adaptando sus instalaciones a las necesidades de los diferentes tipos de mercancías y construyendo nuevas infraestructuras para atender el desarrollo de las mismas, especialmente los contenedores. No se puede olvidar, tampoco, la aportación al desarrollo del puerto de un tejido empresarial tan productivo y moderno como es el de la Comunidad Valenciana, de ahí que ahora sea responsabilidad de todos no dejar perder los beneficios que esta interoceanidad aporta a la sociedad en general.

Esta labor de todos debe contemplar tanto las reivindicaciones de las nuevas infraestructuras puestas ahora en cuestión, como son el Acceso Norte o la Ampliación Norte, como la cooperación, la búsqueda de mejora y las soluciones a los problemas que actualmente afectan al puerto y que, principalmente, se refieren a la productividad en la operativa portuaria.

En estos momentos en que comienzan a ser necesarias nuevas instalaciones para atender el crecimiento del tráfico del puerto, la única solución que existe, mientras aún no se construyen nuevas infraestructuras, es mejorar la gestión de los recursos actuales, por lo que todas las partes tendrán que colaborar para facilitar esta labor.

Hay que empezar a pensar que los tráficos no son cautivos. Está claro que los contenedores tienen que venir al puerto, para lo que son necesarios los transportistas. Además, los buques hay que cargarlos y descargarlos, para lo que se precisan instalaciones, medios adecuados y trabajadores, por lo que todos son importantes. Pero hay un elemento que marca la diferencia y es el buque. Si éste cambia de puerto, por mucha carga que haya, se rompe el proceso y los armadores cada día están más descontentos con los servicios que les ofrecemos. De ahí que en este momento debemos apostar todos por dar un servicio competitivo, ya que sin instalaciones y sin productividad y calidad poco podemos ofrecer.

En los últimos tiempos ya han sido varias las navieras que han visitado otros puertos, tanto cercanos como más distantes, para estudiar otras alternativas que le puedan servir, en caso de mantenerse la falta de rendimiento en comparación con otros puertos. En la visita realizada a Valencia por el director general del puerto de Veracruz explicaba que en la terminal de contenedores estaban obteniendo unos rendimientos de entre 36 y 38 movimientos por hora y grúa.

En este proceso productivo intervienen tanto agentes de aduanas como transitarios, transportistas y consignatarios, principalmente, y todos deben colaborar en laminar o distribuir el tráfico que se genera día a día en el mayor número de horas posible para que las terminales lo puedan absorber con normalidad y prestar, al mismo tiempo, servicio al buque, sin que éste se vea influenciado negativamente. De ahí que sea necesaria la colaboración de todos para dar un servicio competitivo.