La Autoridad Portuaria de Valencia ha vuelto a ver, más que ver sentir, como otro de los proyectos emblemáticos para el futuro de los puertos de Valencia y Sagunto se ha llevado una bofetada al haber sido discriminado frente a otros puertos españoles en el aspecto económico, que permite acometer las inversiones necesarias para su ejecución.

En las negociaciones que el presidente de la APV ha llevado en Madrid con el Ministerio de Hacienda y Puertos del Estado para la aprobación del Plan de Empresa, que contempla los proyectos de ampliación y mejoras de infraestructuras de los puertos que gestiona en la actualidad, Gandía, Sagunto y Valencia, principalmente referidos a estos dos últimos, se ha encontrado que no había ninguna partida en los Fondos de Cohesión para la ejecución de las obras señaladas. Ahora los comentarios son de que no se han solicitado con tiempo suficiente y los Fondos ya han sido distribuidos y por tanto no hay subvención alguna. Las explicaciones de los actuales mandatarios, al parecer, son de que el anterior gobierno no había previsto estas inversiones a la hora de distribuir los Fondos, pero lo que está claro es que los perjudicados, o el perjudicado, por hablar con propiedad, es el puerto de Valencia, que se encuentra en un momento de gran desarrollo y necesita esas instalaciones para atender el crecimiento de tráfico que se viene produciendo en los últimos años.

A los profesionales del sector les ha llamado la atención que se diga ahora que no hay fondos para acometer las obras del puerto de Valencia, cuando todo el mundo sabe y conoce los planes de ampliación desde hace varios años y algunos medios de prensa, entre los que se encuentran nuestras publicaciones, han publicado los proyectos, con imagenes o planos de como está pensado el desarrollo del Puerto. Máxime, cuando el año pasado se hizo una presentación del proyecto Valenciaport a toda la sociedad valenciana y a las principales autoridades, tanto nacionales como de la Comunidad Valenciana en puertos.

Lo que se deduce de la situación actual, sin entrar a ver quién tiene la culpa de esta situación, es que el primer puerto comercial de España puede ver peligrar su interoceanidad e incluso su futuro, con lo que ello puede suponer de gravoso para la economía, tanto de la Comunidad valenciana como de su zona de influencia.

Esta situación está haciendo pensar a los diferentes sectores, que integran la Comunidad Portuaria como a los productivos, que son los conocedores de los proyectos y su repercusión en su actividad que existe discriminación frente a otros puertos como Barcelona, La Coruña, que se encuentran gestionadas por gobiernos socialistas, que si que cuentan con subvenciones de los citados fondos.

También hay que decir, que hay otros comentarios que reprochan al gobierno del Estado anterior la falta de previsión y de actuación para haber aprobado estos proyectos, así como el del Acceso Norte, que ha tenido ocho años para su ejecución.

Lamentarse ahora no nos lleva a ninguna parte. Está claro que todos daban por hecho que los proyectos de ampliación de los puertos de Sagunto y Valencia se ejecutarían. Las dudas estaban en el Acceso Norte, que lleva cerca de 20 años esperando su ejecución y que, tras ser catalogado de proyecto de derechas, se explica que el gobierno del Partido Popular ejecutaría esta obra, sobradamente demostrada su viabilidad e importancia para las empresas exportadoras e importadoras. Ahora hay que retomar los proyectos y volver a reivindicarlos, con todo el apoyode la sociedad, económica y social, ya que su ejecución también beneficiará a los ciudadanos, al ver liberado el By Pas del tráfico de camiones que entra o sale del puerto diariamente, calcualdo en unos cuatro mil vehículos.