La economía valenciana requiere inversión en intangibles y capital humano para recuperar su productividad
El Congreso, que se prolongará hasta hoy ha sido inaugurado por la directora general de Análisis y Políticas Públicas de la Generalitat Valenciana, Ana Berenguer; y el director de Investigación del Ivie, Francisco Pérez, en el Palau de les Comunicacions de València.
Esta primera sesión del Congreso ha incluido la conferencia invitada ¿Un mundo menos o más conflictivo?, a cargo de Irene Mia, investigadora principal del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) para América Latina, y en temas de Conflictos, Seguridad Humana y Desarrollo. Además, se ha celebrado una mesa de debate sobre transición energética y cambio climático que ha moderado Beatriz Jacoste, de KM Zero Food Innovation Hub, y en la que han participado Miguel Carsí, presidente de Toyota, junto a la profesora de la Universitat de València María Dolores Furió y el profesor de la Universidad de Alicante Jorge Olcina.
A continuación, el director adjunto del Ivie, Joaquín Maudos, ha dado a conocer las principales conclusiones del informe del Ivie Situación y retos de la economía valenciana. El PIB per cápita valenciano se sitúa un 12% por debajo del promedio nacional y la distancia ha crecido desde el 10% registrado en 2007. Los pobres resultados en productividad explican buena parte de esa brecha en la riqueza de la región con respecto al conjunto de España. Los datos mostrados por Maudos confirman que la productividad por ocupado total de la economía valenciana es un 5% inferior a la media nacional y, en el caso de la productividad del sector privado, la diferencia se eleva hasta el 6,5% por debajo de la española.
El informe presentado durante el Congreso detalla las debilidades del tejido productivo valenciano que contribuyen a explicar los bajos niveles de productividad. Destaca la especialización en actividades que generan menor productividad. Solo en 11 de las 60 ramas de la actividad de la economía, la productividad de la Comunitat Valenciana supera la media nacional y esas ramas aportan el 14,8% del valor añadido del sector privado. Eso significa que el 85,2% del VAB de las empresas privadas de la Comunitat depende de sectores con niveles de productividad inferiores a sus homólogos en España. Además, se advierte del menor empleo de capital humano, ya que el porcentaje de ocupados con estudios universitarios (como indicador de calidad del trabajo) es inferior al de España (31% frente a 32,4%), y se aleja de las regiones líderes en productividad: Madrid (43,2%), País Vasco (39,3%) y Navarra (35%).
Profesionalización
El documento también se refiere a la menor profesionalización de la dirección de las empresas como factor que limita la productividad, con un porcentaje de empresarios y autónomos con formación superior 1,7 puntos menor que el de España (39% frente a 40,7%). Por otro lado, recuerda que el esfuerzo inversor en I+D (medido por el peso que tiene la inversión en I+D en el PIB) se sitúa un 16% por debajo de la media española. También es menor el esfuerzo inversor en activos intangibles (formación de los trabajadores, publicidad, diseño, software, bases de datos, etc.) que representa un 6,2% del PIB en la Comunitat, frente al 7,1% de la media o el 11,1% de Madrid.
Por último, incide en el reducido tamaño empresarial, con solo un 12,3% del empleo en grandes empresas frente al 16,6% de España, como otra de las debilidades del sector productivo valenciano.
El documento elaborado por el Ivie también alude a las debilidades del sector público que afectan a la productividad. En primer lugar, apunta a la menor dotación de infraestructuras públicas en relación al tamaño de la economía, con un stock de capital público un 17% inferior a la media y carencias importantes como el reclamado Corredor Mediterráneo. Además, la
Administración valenciana dispone de menos recursos para apoyar la actividad económica debido a la infrafinanciación sufrida desde hace años. Así, el gasto per cápita en políticas de apoyo a las actividades productivas y las inversiones siempre ha estado por debajo de la media (un 15% por debajo del promedio de España en 2020) ya que todos los recursos se han de destinar a garantizar los servicios fundamentales (sanidad, educación y dependencia).
Otra de las debilidades del sector público, según el documento presentado por Joaquín Maudos, es la menor dotación de empleo público y el envejecimiento de las plantillas. El número de empleados públicos en relación a la población que atender es un 6% inferior en la Comunitat Valenciana que en España. Además, el 40% de los empleados de la Generalitat Valenciana tiene más de 54 años y solo el 15% es menor de 42 años. La lentitud en los procesos de contratación pública y el elevado nivel de endeudamiento son los dos últimos factores que lastran la productividad del sector público valenciano, según el informe.