El 1 de septiembre de 1934 se establecía en el aeropuerto la línea Madrid-Valencia, de la mano de la compañía LAPE. Las tarifas para esta ruta eran de 110 pesetas para el pasajero y una peseta el kilogramo de mercancía. La compañía fletó para la ocasión un trimotor Ford, EC-RRA.
Posteriormente LAPE introduciría también líneas con Barcelona y con Palma de Mallorca.
Los servicios regulares se suspendieron al inicio de la Guerra Civil, no obstante la actividad aeroportuaria de Manises durante este periodo fue intensa, en buena medida por el traslado a Valencia del Gobierno de la República en noviembre de 1936. Finalizada la guerra, en la primavera de 1939, las líneas regulares se restablecieron.
La primera pista del aeropuerto empezó a construirse en el verano de 1946. Entre 1948 y 1949 se pusieron en marcha las obras de construcción y afirmado de las pistas 12/30 y 04/22 y la construcción de una pequeña plataforma de estacionamiento.
Con la ubicación en Valencia en el año 1955 del Ala nº1 de Caza, del Ejército del Aire, primera unidad española que contaba con los aviones de reacción F-86 Sabre, el aeropuerto entró en una nueva era, la del reactor, y hubo que adecuar instalaciones y procedimientos.
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El aeropuerto de Valencia en el año 1946 |
A finales de los 60 el tráfico comenzó a despegar, el turismo y el incremento del tráfico aéreo chárter tuvo mucho que ver en esto. El aeropuerto de nuevo tuvo que adaptar sus instalaciones a la vista de este crecimiento. Es también en esta década cuando por Orden Ministerial de 1 de septiembre de 1965 se cambió el nombre del aeropuerto, pasando a llamarse oficialmente “Aeropuerto de Valencia”.
En 1983, se inauguraba la nueva terminal de pasajeros que sustituyó al construido a mediados de los 60. La mayor innovación del nuevo edificio fue la utilización de la energía solar mediante paneles solares.
En la actualidad, el aeropuerto de Valencia también ha sabido adaptarse a las nuevas necesidades. En ese sentido, hoy presenta una fisonomía bien distinta. Tras un periodo de intenso crecimiento de tráfico, en el que el aeropuerto casi duplicó sus pasajeros pasando de 3,1 millones de viajeros en 2003 a 5,9 millones en 2007, el aeropuerto amplió sus instalaciones. Así, se construyó una nueva terminal regional (2007), en la que además se incluía una parada de metro, que ha convertido al aeropuerto valenciano en la instalación con una parada de metro más cercana a una puerta de embarque.
Mas tarde, en 2012, se ejecutaba la segunda fase de esta ampliación, lo que supondría la puesta en marcha de la Terminal 2. De este modo llegamos a 2013 y el aeropuerto de Valencia se presenta hoy como una infraestructura capaz de atender la demanda actual y futura y de dar servicio a de empresas y áreas de negocio que desarrollan su actividad en estas instalaciones.