EL CORREDOR MEDITERRÁNEO: ES EL MOMENTO DEL GOBIERNO DE ESPAÑA
Si hay algo en lo que a día de hoy hay práctica unanimidad, es en que el
Corredor Mediterráneo contribuye de forma fundamental al crecimiento
económico de España y al desarrollo de una economía más equilibrada y
sostenible.

No se hicieron bien las cosas en su día y por eso aún colea la inclusión de la infraestructura en la red básica de los ferrocarriles europeos. Pero como no es momento de lamerse heridas y, además, el Ministerio de Fomento tiene el Corredor en su agenda, vamos a tratar de contribuir con argumentos sólidos al éxito del proyecto.

El Gobierno de España confiere carácter estratégico al Corredor, tanto desde el punto de vista económico como del territorial y logístico. Considera prioritaria su inclusión en la Red Básica Europea y da un giro radical al esquema tradicional del sistema ferroviario español: apuesta por cambiar el actual sistema radial, del que Madrid es el epicentro, creando un eje ferroviario a lo largo de la cornisa mediterránea.

Es importante recordar que la cornisa mediterránea supone más del 40% del PIB, de las exportaciones y de la población española y más del 70% del tráfico portuario español.

El eje está concebido en alta velocidad para viajeros en ancho europeo a lo largo de todo el Corredor y como línea de mercancías en ancho europeo e ibérico entre la frontera francesa y Almería. El tramo Almería-Algeciras aún está en estudio.

Con el Corredor Mediterráneo el Ministerio de Fomento pretende conseguir varios objetivos de trascendental importancia económica, con los que coincidimos plenamente:

1) Potenciar a España como plataforma logística internacional.

2) Mejorar la calidad y fiabilidad del transporte ferroviario y reducir su coste.

3) Promover la intermodalidad, especialmente con el transporte marítimo.

4) Incrementar la participación del ferrocarril en el tráfico de mercancías

5) Potenciar la conectividad con Europa y con el resto de España

6) Mejorar la interconexión entre las ciudades del Arco Mediterráneo Español

El proyecto contribuirá a impulsar la economía portuaria, por un lado, y la industrial, turística y residencial del Eje Mediterráneo, por el otro; y con ellas el sistema logístico y el terciario avanzado. Además, la integración de la Comunidad Valenciana con Madrid, Cataluña y Murcia en un puesto de centralidad estratégica, reforzará aún más este efecto si los valencianos somos capaces de aprovechar su potencial.

Este proyecto ya está en marcha, tanto en su vertiente de alta velocidad para viajeros como en las mercancías. La inversión total estimada asciende a unos 51.000 millones de euros, con más de 8.000 millones ya ejecutados. De las inversiones pendientes, más de 25.000 millones están previstos para actuaciones a medio plazo; el resto son a largo plazo.

La apuesta del Ministerio es que en el año 2.020 el tráfico de mercancías por vía preferente entre Almería y la frontera francesa sea un hecho. Pero si se tiene en cuenta que lo racional es rentabilizar la inversión lo antes posible, utilizando las infraestructuras para generar valor desde el principio, la prioridad debe estar en la mitad norte del Corredor, donde se concentra el grueso del tráfico portuario y de la actividad productiva de mayor peso y orientación al
centro de Europa.

Sería razonable, pues, que la conexión entre Alicante y la frontera francesa, en alta velocidad, y entre Valencia y Europa en tráfico de mercancías en ancho europeo, fuera un hecho hacia el año 2015. Para ello, además de las actuaciones en curso, sólo es necesario adaptar la línea Castellón-Tarragona al ancho europeo mediante el tercer carril.

En caso contrario no sólo sufriría la razón económica, sino que generaría un serio agravio comparativo con Cataluña, cuya economía y principal puerto, el de Barcelona, estarán completamente conectados con la frontera francesa en el año 2012.

La apuesta del Gobierno parece sincera y es coherente y el mismo debe aceptar el reto y la responsabilidad de coordinar a todas las Comunidades Autónomas involucradas y al resto de grupos de interés; y éstos, por su parte, deben saber de la importancia de trabajar coordinados bajo el liderazgo del Gobierno de España, por el bien del proyecto.

Sería un gran logro no sólo del Ministerio de Fomento sino del resto de actores involucrados y un considerable espaldarazo al desarrollo sostenible de España y de la Comunidad Valenciana, el hacer realidad esta meta.

Pero para que esto sea así es necesario que el impulso que ha recibido este proyecto en los últimos tiempos no se diluya, que los avatares de la política no cambien lo que tan bien encaminado está y que entre todos, con unión, rigor y argumentos sólidos seamos capaces de vencer las resistencias de los lobbies creados en el Norte de Europa.

Estar vigilantes y mantener la tensión es el reto que tenemos ante nosotros los empresarios, los políticos y los ciudadanos de la Comunidad Valenciana. Así conseguimos el AVE Madrid-Comunidad Valenciana; así tenemos que lograr la plena y rápida conexión ferroviaria, para pasajeros y mercancías, con Europa.