El director de Planificación Estratégica y Transformación de Valenciaport, Juan Antonio Delgado, y el subdirector general de Estrategia y Comercial de la Autoridad Portuaria de Barcelona, Santiago García Milà, participaron ayer en una jornada organizada por Tradisa en el marco del SIL para desvelar algunas de las bazas que pueden jugar los puertos españoles para contribuir al mantenimiento y recuperación de las plantas de fabricación de coches y para aumentar la competitividad de un sector que debe reinventarse.

Juan Antonio Delgado

Para Delgado, una de las cartas que ha puesto la crisis sobre la mesa en el caso del sector del automóvil es el hecho de que el consumo interno no se desarrolla al mismo nivel que la producción, de manera que las plantas españolas deben apostar por posicionar su producto en el resto de mercados europeos, compitiendo al tiempo con las plantas que existen en el resto de países de Europa. “Siendo España un país periférico la logística juega en este caso un papel esencial y, por tanto, también los puertos”, señaló Delgado.

“Nuestra obsesión - aseguró - es lograr que las plantas españolas de fabricación de vehículos sobrevivan y esto pasa por ofrecer conectividad, calidad de servicio eficacia”. En este sentido, la APV ha desarrollado en dos de sus puertos, Valencia y Sagunto, instalaciones especializadas en la manipulación de coches, con más de 600.000 metros cuadrados de superficie destinados a este tráfico.

Para el responsable de Planificación Estratégica del puerto de Valencia, este modelo de gestión tiene tres ejes. Una de ellas es la calidad de servicio, ya que se trata de un producto de alto valor añadido, sensible y muy intenso en uso de suelo. Por otro lado, se ha apostado por las nuevas tecnologías y también por la intermodalidad.

En el marco de la calidad, Juan Antonio Delgado recordó que el puerto de Valencia adoptó los referenciales de Puertos del Estado y también lo hicieron las terminales especializadas en este tráfico, constituyéndose a la vez una serie de grupos de trabajo especializados en tráfico de vehículos. “La calidad de un puerto viene dada por la calidad del peor de sus componentes por lo que estos foros son de vital importancia”, puntualizó.

Asistentes a la conferencia

En otro orden de cosas, el puerto de Valencia ha invertido ocho millones de euros en adecuar accesos ferroviarios al Dique del Este, una de las zonas del puerto de Valencia destinadas al tráfico de coches, de forma que se garantice la conexión con las plantas y facilitando una conexión vía shuttle para Ford. “Somos también uno de los primeros puertos en dar prioridad al tren en las intersecciones del tráfico rodado y el ferrocarril, un proyecto en el que hemos invertido más de tres millones de euros”.

A todo esto se añade la apuesta por las nuevas tecnologías, con la reciente aplicación del
levante automatizado, un paso más adelante del levante sin papeles que permite aumentar la seguridad en la salida de vehículos, aplicando un mayor control y garantizando la eficiencia.

Un nuevo orden
En cuanto al papel que desempeñan los puertos en el nuevo entorno, Juan Antonio Delgado aseguró que se han visto abocados a ejercer un liderazgo aún más intenso y proactivo, adaptándose a los cambios de un mercado y un transporte marítimo que parecía que iba a continuar registrando incrementos de dos dígitos y que en 2008 experimentó una bajada del 10%. “Nos encontramos en un escenario con un exceso de capacidad para los operadores pero también para los puertos”, señaló Delgado. En este contexto, el responsable de
Estrategia de la Autoridad Portuaria de Valencia aseguró que los puertos deben ahora accionar determinadas “palancas” que faciliten su adaptación y les hagan útiles, entre ellas el desarrollo de su hinterland y la ejecución de infraestructuras adecuadas y acordes a criterios de eficiencia y economía.