El ministro de Fomento, José Blanco, ha afirmado que “la prioridad absoluta sobre todas las prioridades” de España en el ámbito de los transportes es impulsar el ferroviario de mercancías. Además, detalló que España es el país de la UE en el que menos movimiento hay, ya que, la media europea está entre el 18 y el 20% y en España no alcanza el 4%. “No comprendo como en su momento no fue incluido el Corredor del Mediterráneo como uno de los ejes más importantes en nuestro país”, resaltó Blanco, y añadió que “tampoco entiendo la polémica que, en los últimos días, ha surgido sobre ambos proyectos porque el Ministerio de Fomento, en ningún momento, ha cuestionado la Travesía Central del Pirineo”. No obstante, el máximo responsable de infraestructuras del Gobierno español reconoció que “la inclusión del Corredor Mediterráneo entre los proyectos prioritarios de la UE ahora es más difícil por su ampliación”.

De hecho, tres proyectos europeos de transporte cruciales han recibido el impulso estas jornadas celebradas en Zaragoza, y, entre ellos, no se encuentra el Corredor Mediterráneo: el eje ferroviario de alta velocidad de la Europa sudoccidental (proyecto prioritario 3); el eje ferroviario Lyon, Trieste, Divaca / Koper-Divaca-Ljubljana-Budapest-frontera ucraniana (proyecto prioritario 6); el ferrocarril Báltico (proyecto prioritario 27).

Tres nuevos coordinadores
La Comisión Europea ha nombrado a Pat Cox, a Peter Balázs y a Gilles Savary nuevos coordinadores europeos de la red transeuropea de transportes (RTE-T). Dichos coordinadores serán responsables de la coordinación de los proyectos prioritarios de transportes y de informar a la Comisión.

Finalmente, en el marco de las jornadas celebradas en la capital aragonesa, se ha creado una secretaría de la asociación para el transporte y la logística en el marco de la dimensión septentrional. A esta asociación, en total, pertenecen once países: Alemania, Suecia, Dinamarca, Lituania, Letonia, Estonia y Noruega, mientras que cuatro nuevos países (Polonia, Finlandia, Rusia y Bielorrusia) adaptaron una declaración de intereses.