Incluso citó puertos españoles, A Coruña o Ferrol, que han afrontado ambiciosas infraestructuras y ampliaciones que carecen de la necesaria conexión con la dificultad que luego representa solucionar esta falta de previsión.

Fernando González Laxe, presidente de OPPE

Reconoció sin embargo, que, aunque todo apoya la frase pronunciada recientemente por el máximo responsable de Fomento (“El ferrocarril es el pulmón de los puertos”) todavía falta “cierto compromiso”para llevar adelante este proyecto de futuro.

En la nueva ley, de la que dijo espera que se publique en el BOE para el próximo mes de julio y de la que recordó que es “un texto de consenso”, aseguró que hay dos aspectos fundamentales: “Cualquier nueva construcción o ampliación de un puerto que que haber contemplado la conexión, fundamental, por ferrocarril, y, por otro lado, las mercancías que vayan del barco al ferrocarril tendrán una bonificación del 25%”, explicó González Laxe.

“Los puertos - argumentó - no son un ente aislado en un hinterland, de manera que hay que aportar la logística necesaria y reflejar el papel de tres grandes eje (exportadores, navieras y puertos), todo ello con criterio de sostenibilidad y respeto al medio ambiente”.

Una cosa son los proyectos y otra las realidad y González-Laxe reconoció en este encuentro que la oferta de infraestructuras de acceso por ferrocarril a los recintos portuarios es todavía limitada. “Estamos construyendo puertos que a veces no cuentan con el acceso ferroviario necesario. El plan de accesos por ferrocarril a los puertos suponen una inversión de 1.098 millones de euros, una cantidad que, según el presidente de OPPE, “no es muy alta” si se compara con otras grandes obras.

La del ferrocarril fue una de las jornadas que más interés despertó

“Se tiene que desarrollar este plan de accesos en función de la demanda en cada puerto y la demanda puede estar en torno a 20 millones de toneladas - continuó el presidente -. Ahora hay que plantearse, ¿qué me cuesta ejecutar el último kilómetros de ferrocarril? ¿cómo lo gestionamos?. Considero que sobre dos ejes: la integración, con la implicación de las autoridades portuarias en las condiciones de acceso del ferrocarril a los recintos portuarios, y la coordinación, buscando el tipo de conexión”.

En todo caso, González-Laxe asegura que en el nueva Ley de Puertos ya se ha cambiado el concepto de las conexiones: “Esto es ya un sector muy global y hay que reaccionar de forma inmediata”, aseguró. A modo de conclusión, González-Laxe aseguró que es imprescindible disminuir las restricciones en la oferta de servicios a las empresas ferroviarias y reforzar la planificación conjunta en base a criterios de demanda: “Uno de los mejores indicadores es el análisis del coste-beneficio y tenemos la posibilidad de priorizar y seleccionar las inversiones”.