El Consell ha tomado razón de la declaración de emergencia para la ejecución de las obras de rehabilitación de diferentes estructuras de la carretera CV-50, en el término municipal de Real y Montroi.

El desbordamiento del río Magro y del barranco de Teulada en las inmediaciones de estos dos municipios inundó esta vía, causando cuantiosos daños en el firme, en los taludes, en las defensas, señalización, drenaje de la carretera, así como en las estructuras ubicadas en el PK 48+900 y el PK 50+300 de la carretera.

La CV-50 pertenece a la red básica de la Comunitat Valenciana, y es una de las principales carreteras que vertebran la comarca de la Ribera Alta al conectar los municipios de Turís, Montroi, Real, Llombai, Catadau, Carlet, Benimodo y l’Alcúdia con la autovía A-7.

Se considera necesario acometer una serie de actuaciones de emergencia para restablecer el tráfico en este tramo de CV-50 y la comunicación ciclopeatonal entre Real y Montroi en condiciones de seguridad, calidad y funcionalidad.

La Generalitat ya ha llevado a cabo soluciones temporales en otros tramos de la CV-50, como el desvío provisional que se habilitará en las próximas semanas en el término municipal de Cheste, para sustituir el puente instalado por la Unidad Militar de Emergencias (UME) y mejorar la conexión y fluidez del tráfico en la zona.

Como resultado de esta y otras acciones ya finalizadas, la Generalitat ha logrado reabrir los 47,3 kilómetros que habían sido cerrados debido a la riada mientras se llevan a cabo las obras de restauración de las infraestructuras afectadas.

Reparación de puentes y pasarela
Las obras de emergencia que valida el Consell afectan a dos puentes dañados de la CV-50, uno ubicado sobre el Barranc de l’Algoder y el otro sobre el río Magro. Se llevarán a cabo las obras necesarias para despejar y restaurar el cauce, realizar inspecciones en las cimentaciones, implementar protecciones y sellar juntas, entre otras actuaciones.


En cuanto a la pasarela afectada, también situada sobre el río Magro, se procederá a su demolición para dar paso a la construcción de una nueva. Este proceso abarcará inspecciones de cimentación, la realización de sondeos geotécnicos y la recopilación de datos topográficos, además de la ejecución del tablero. Asimismo, se incluirán trabajos de despeje y limpieza del cauce.

Para asegurar que las obras se desarrollen conforme a las normativas de seguridad y salud, se contará con un equipo de dirección de obra que se encargará de la supervisión y coordinación de los trabajos.

El plazo estimado para la finalización de estas obras de emergencia es de nueve meses. En cuanto a la dotación económica, se cuenta con un presupuesto total estimado de 4.000.000 euros para la ejecución de las obras. Para la dirección facultativa y coordinación de seguridad y salud se prevé un total de 320.000 euros.