Alberto Dorrego ha coordinado el grupo de trabajo que han integrado diversos expertos y que se ha encargado de analizar las bases para la nueva Ley General de Movilidad Sostenible y Financiación del Transporte Terrestre, una normativa que dará el relevo a la LOTT de 1987 y que se adaptará a las nuevas necesidades.

Albergo Dorrego

Tal como recordó el presidente del Patronato de la Fundación, Miguel Ángel Ochoa, los cambios se suceden cada vez más rápido, derivados no sólo de la pandemia sino también de la irrupción de nuevas tecnologías. Por su parte, el presidente de la Comisión de Transportes del Parlamento, Ignacio López Cano, aseguró que una de las prioridades es el transporte público, a través del esfuerzo coral, y también la manera de gestionar el nuevo modelo, con criterios de transparencia y concreción y una nueva fiscalidad.

Ignacio López Cano

Dorrego explicó que se trata de buscar un modelo eficiente y sostenible para personas y mercancías, capaz de garantizar empresas viables y que puedan competir a nivel internacional.

En este sentido, el modelo de gobernanza debe ser cooperativo y con una planificación integral del fenómeno de la movilidad.

Miguel Ángel Ochoa

La nueva ley se estructuraría en torno a comisiones sectoriales con competencias importantes y alejadas de la centralización, con un papel esencial de las comunidades autónomas y el elemento local. Además, se propone la creación de una agencia para la evaluación y planificación del sistema nacional de movilidad.

Por primera vez las infraestructuras se consideran dentro de la nueva ley y se integran las mercancías dentro de este sistema nacional. La planificación del transporte de mercancías se realizará desde el Consejo Interterritorial y jugará un papel esencial la figura del Operador de Transporte de Mercancías.