Transporte Terrestre
La presidencia portuguesa de la UE priorizará la recuperación postcovid.
La Presidencia portuguesa del Consejo de la Unión Europea (UE), que tendrá lugar entre Enero y junio de este año 2021, se produce en un momento extraordinario, con la pandemia del Covid-19 y sus consecuencias sociales y económicas, que plantean un desafío sin precedentes para la UE y sus Estados miembros, que requieren una acción decisiva y global.
En este sentido, el Gobierno portugués ha elaborado su Documento Programático para este semestre de presidencia europea, al que ha tenido acceso FENADISMER, y en el que se propone como objetivos trabajar en tres prioridades principales: promover una recuperación europea robustecida con una transición verde y digital, llevar el pilar social de la UE como elemento clave para asegurar una transición verde y digital justa e inclusiva y fortalecer una autonomía estratégica de una Europa abierta al mundo.
En materia de transporte, la presidencia portuguesa se plantea continuar con las prioridades de sus antecesores en lo relativo a la cohesión económica, social y territorial así como los objetivos de recuperación económica, descarbonización y consolidación del mercado único, lo que requieren un sector del transporte sostenible, innovador, resiliente y accesible.
Para ello, se priorizarán iniciativas que ayuden a las empresas del sector a recuperarse de los impactos del Covid-19 y que ayuden a restablecer la circulación de bienes, servicios y personas, y que también contribuyan a la modernización y sostenibilidad del sector. Además de estas medidas de emergencia, se promoverán iniciativas que contribuyan a un refuerzo estructural del sistema de transporte de la Unión.
En lo que respecta a la red transeuropea de transporte, se impulsará la finalización de la red principal para 2030 y el aumento de su densidad dentro de la Unión, en particular mediante una mayor capilaridad en las zonas periféricas.
En el ámbito ferroviario, la Presidencia portuguesa lanzará el Año Europeo del Ferrocarril en Lisboa en marzo, una oportunidad para seguir debatiendo las medidas que permitan que tanto la infraestructura ferroviaria como el material rodante contribuyan a la descarbonización, la modernización y la seguridad del transporte. Además de potenciar el atractivo del ferrocarril para el transporte de personas y mercancías, se fomentará la intermodalidad con el transporte marítimo, a través de puertos comerciales y una mayor prestación de servicios e información.
Con respecto al transporte aéreo, se dará seguimiento a las propuestas legislativas de la Comisión Europea, centrándose un Cielo Único eficaz, la protección de los pasajeros y otras medidas necesarias para traer estabilidad al sector después del Covid-19, asegurando la plena participación de los Estados miembros.
La Presidencia tendrá en cuenta que la confianza en los servicios de transporte depende de una movilidad inclusiva y accesible, una alta calidad de servicio, una mayor intermodalidad, la protección de los derechos de los pasajeros y una protección adecuada de los datos de los usuarios.