A lo largo de las últimas semanas cada vez son más las Comunidades Autónomas que han ido aprobando en sus respectivos ámbitos nuevas medidas en materia de salud pública más restrictivas para tratar de reducir el incremento de casos de la covid-19 en esta segunda ola, decretando muchos de ellos el cierre de los establecimientos de hostelería y restauración, como es el caso de Cataluña, Murcia, Navarra, Asturias, Castilla-León, Galicia, Cantabria o La Rioja, aunque se espera que en próximas semanas más Comunidades autónomas adopten medidas similares.

El problema es que dicha medida se ha decretado de forma indiscriminada a todo tipo de establecimiento, no sólo a los situados en zonas urbanas, sino que la restricción afecta también a los bares y restaurantes situados en las principales carreteras, y que tradicionalmente prestan servicio a los cientos de miles de transportistas que diariamente circulan por nuestro país.,

Como se recordará, una situación similar sufrió el colectivo del transporte durante el primer estado de alarma, durante la cual al inicio la totalidad de los bares y restaurantes situados en carreteras o polígonos industriales se vieron obligados a cerrar por las medidas de confinamiento decretadas por el Gobierno, lo que obligó a que el Ministerio de Transportes tuviera que decretar una Orden de autorización de apertura de una relación amplia de establecimientos de hostelería y restauración que pudieran prestar servicio a los transportistas en ruta así como otros profesionales de actividades esenciales que también se vieron afectados.

De igual modo, y ante la situación de confinamiento que vive Francia en esta segunda ola, el Ministerio de Transportes galo ha anunciado la aprobación de un Decreto de la Prefectura para autorizar a partir de este sábado la apertura de 250 restaurantes situados en las principales carreteras francesas para dar servicio a los transportistas. En este sentido el propio Ministro de Transportes, Jean-Baptiste Djebbariha, ha destacado la actividad esencial que desarrollan los conductores profesionales, señalando que su Gobierno “permanece atento a la evolución de la situación del transporte por carretera. Los profesionales del sector merecen nuestro respeto y el apoyo de todos. Deben poder tener la seguridad de tener una comida caliente y ser bienvenidos diariamente en el ejercicio de su trabajo”.

Por ello, FENADISMER solicita al Ministerio de Transportes que, en base a las competencias reconocidas al Gobierno central en el nuevo Decreto de alarma, se proceda a la autorización de apertura de los establecimientos de restauración situados en las principales carreteras para atender las necesidades de los transportistas españoles.