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Cómo evitar los riesgos de contagio por Covid-19 en el sector marítimo
VM, 05/06/2020

El Clúster Marítimo Español celebra una nueva jornada online, dónde DNV GL facilita los procedimientos para evitar los riesgos de contagio por Covid-19 con la desescalada del sector marítimo.

Bajo el título “Covid-19 – Metodología para la gestión del riesgo de infecciones. Cómo medir el grado de madurez de una organización para gestionar los riegos de infección por patógenos emergentes”, el Clúster Marítimo Español (CME) celebra una nueva jornada online, de la mano del socio DNV GL, que dio a conocer una nueva herramienta para evitar los riesgos de contagio en el sector marítimo: My Care. Una herramienta desarrollada por la compañía para evitar al máximo los riesgos de contagio por Covid-19 en las empresas del sector marítimo, con el retorno fruto del proceso de desescalada.

“Si bien hemos comenzado la desescalada con buenos datos, la realidad es que, tanto el desplazamiento como la vuelta de la rutina del puesto de trabajo físico con las máximas garantías de seguridad frente al contagio son ahora los mayores retos a los que la sociedad se está enfrentando”, comentó el presidente de honor del CME, Federico Esteve. En este sentido, Esteve informó que el Clúster ha estado trabajando en el documento Seguimiento de los efectos del Covid-19 en el sector marítimo español, un recopilatorio de medidas sectoriales para salir de la crisis originada por esta pandemia, donde se describe el impacto del Covid-19 en cada sector, en términos de grado de actividad mantenida, disponibilidad y necesidad de medidas de protección, e incidencias en el entorno laboral o en la operativa de organizaciones y empresas. De la misma forma, Esteve señaló que, una vez establecidas todas estas medidas, será durante las próximas semanas cuando las empresas han de ponerse en marcha, retomando su actividad, incluyendo los riesgos de pandemia en sus sistemas de gestión, implantando distancia social y estableciendo los procedimientos de higiene en instalaciones y operaciones.

La vuelta al trabajo es precisamente lo que aborda DNV GL, para que se haga con la mayor seguridad y garantías sanitarias, y, tal y como explicó Carlos Augusto Navarro Bilbao, responsable de grandes cuentas en DNV GL Business Assurance Iberia, este servicio no nace en estos momentos como una oportunidad de negocio, sino que es una evolución de la experiencia acumulada por DNV GL en las auditorías de gestión de riesgos de infección en los hospitales de Estados Unidos. Dicha experiencia ha permitido a la compañía de clasificación y certificación tener un bagaje de conocimiento que puede ser exportado a otros sectores de actividad, naciendo así la herramienta My Care, que Navarro presentó durante su intervención.

Para Navarro Bilbao, el impacto recibido por el Covid-19 se traduce en cuatro crisis en una. Así, se trata de una crisis de seguridad y salud, de confianza a todos los niveles, de la cadena de suministro y de liquidez. “Las organizaciones tienen que abordar estas crisis desde un punto de vista de gestión de riesgos y no cortoplacista, sino con medidas de mitigación para cualquier patógeno emergente. En sus sistemas de gestión deben asumir e incluir herramientas que prevengan y mitiguen la probabilidad de aparición de riesgos de infección a futuro, ya que, de volver a pasar, estas crisis volverán a reproducirse”, indicó.

Atendiendo a la crisis de salud, según el ponente, las políticas de seguridad, salud y medioambiente deben ser redefinidas para enfrentar estos nuevos desafíos. Mitigar los riesgos asociados a estos aspectos tiene un impacto directo en la cuenta de resultados y en la reputación de las empresas. Se trata de un aspecto esencial para planificar y adaptarse a la era posterior al Covid-19.

Refiriéndose a la crisis de confianza, Navarro Bilbao insistió en la importancia que esta tiene, siendo esencial para asegurar las relaciones deterioradas, perdidas o pospuestas con los clientes. De la misma forma, volvió a mencionar la confianza, aspecto de vital importancia para afrontar la crisis de la cadena de suministro, asegurando que las relaciones con proveedores y subcontratistas es segura y fiable.

Respecto a la crisis de liquidez, destacó que, cuanta mayor confianza se dé a los organismos financiadores de que otros procesos están controlados para asegurar la continuidad del negocio, más fácilmente será el acceso a la financiación.

My Care
My Care se estructura en seis macrobloques: Gobierno, Estrategias, Comunicación, Parte Operativa, Análisis de Datos y Mejora Continua; permitiendo una evolución desde un estadio inicial a uno excelente. Primero se deben evaluar las capacidades para gestionar y mitigar el riesgo. Este baremo depende del grado de madurez que se tenga. A continuación, se debe aportar seguridad al cliente, contando con un sistema suficientemente robusto que permita continuar, iniciar, reiniciar o captar negocio. Con todo ello, se pretende involucrar a los clientes en una nueva normalidad que ha venido para quedarse.

Lo siguiente importante es actuar, revaluar y volver a actuar, es decir, someter este sistema a una mejora continua. “Aunque se oye hablar de Covid free, eso es tremendamente pretencioso, porque nadie puede asegurar que estemos limpios de Covid en ningún momento, por muchas medidas que se tomen. Lo que se trata es de mitigar al máximo, ese riesgo de infección”, puntualizó Navarro. “Cuando una organización adopta estas medidas tiene tres grandes líneas de beneficio. Por una parte, evaluar el cumplimiento y madurez de la empresa respecto al riesgo de infección. Por otro lado, aprovechar esta respuesta al Covid-19 para adaptar el negocio al entorno posterior. Y, en última instancia, como beneficio colateral, se pretende recuperar la confianza de todas las partes relevantes”.

Según Navarro Bilbao, el sector marítimo es uno de los más activos. Debido a su especial complejidad, se deben maximizar las medidas de prevención, no solo de definición, sino de control y seguimiento que se apliquen. “Lo bueno de estos ejercicios es identificar en el análisis de riesgos cuáles son las zonas y los procesos que pueden implicar mayor riesgo de contagio, en función de la infraestructura, de la organización y de los procesos que se tengan definidos”.

Al final de la evaluación realizada, DNV GL entrega una marca de reconocimiento y un código QR a medida para cada empresa evaluada. Todo ello aportará la información de la evaluación realizada dentro de la confidencialidad pertinente. En España la primera evaluación satisfactoria se ha realizado en Astander.


 

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