La consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador, ha reivindicado en Barcelona el Corredor Mediterráneo con doble plataforma y ancho europeo, “porque acorta distancias, acelera la competitividad y genera puestos de trabajo”.

María José Salvador, durante su intervención

Salvador recordó que el Consell considera como prioridad irrenunciable la primera fase del Corredor ferroviario Mediterráneo en funcionamiento, conectado con los principales puertos valencianos; una autopista AP-7 sin peaje o la modernización de la línea ferroviaria Sagunt-Teruel-Zaragoza, en estrecha relación con el Corredor y que permita una conexión en condiciones entre las fachadas cantábrica y mediterránea.

En opinión de Salvador, “esta infraestructura ya no puede ser más un cuello de botella permanente en la conexión Norte-Sur de pasajeros y de mercancías y de completarse la Red Transeuropea de Transportes de la que forma parte el Corredor, se generaría un crecimiento potencial de un 1,8% de la economía europea y diez millones de puestos de trabajo al año. Es decir, por cada euro invertido, Europa conseguiría seis puntos del PIB adicional y para la Comunitat, el impacto en ocupación para los próximos 15 años podría alcanzar los 100.000 empleos en nuestros sectores productivos y logísticos”.

Por la importancia de estos datos, la consellera criticó la decisión del Gobierno de optar por el tercer hilo porque iba a costar menos y sería más rápido de ejecutar cuando, sin embargo, “las obras van a un ritmo que, ni aún concluyendo en 2018, solucionarán el problema”. Además, destacó, "las últimas noticias demuestran el menosprecio del Gobierno de España hacia la Comunidad, con improvisación y falta de transparencia, ya que no disponemos de información fehaciente sobre las obras y la llegada del AVE a Castellón”. Por eso, pidió “lealtad y modales democráticos entre las distintas administraciones que servimos a los mismos ciudadanos”.

Salvador añadió que “Valencia es el primer puerto de España y de todo el Mediterráneo en tráfico de contenedores, pero no está conectado a la red ferroviaria en ancho europeo. Como tampoco lo están los puertos de Sagunto y Castellón, en los que el Estado aún tiene que licitar las obras de sus nuevos accesos ferroviarios”.

La consellera insistió en que “cada día que pasa sin poner en marcha el corredor ferroviario mediterráneo supone una pérdida de oportunidades para las empresas, una menor rentabilidad de nuestros productos, una saturación de la red viaria con mayores costes ambientales, menores niveles de seguridad vial y una renta per cápita más baja. Y eso no sólo perjudica a las comarcas meridionales de Cataluña, a la Comunidad Valenciana, a Murcia y a Andalucía, sino a todo el Estado”.