Transporte Terrestre
Fenadismer niega el plan de ANFAC de aumentar la carga de los portavehículos
El Comité Ejecutivo de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) ha rechazado el Plan “Logística 3 Millones” presentado por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles (ANFAC), por el que plantean la necesidad de promover una logística más eficaz y una mejora en la eficiencia del transporte.
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Los transportistas rechazan el plan de ANFAC |
Entre las medidas propuestas por ANFAC, con el objetivo de “alcanzar ahorros de hasta 500 millones de euros al año para la industria del automóvil”, se encuentra la de incrementar la capacidad de carga por camión de la actual flota de transporte por carretera en España, para poder trasladar un mayor volumen de piezas y componentes destinados a las fábricas de automóviles utilizando un menor número de camiones.
Según los cálculos realizados por la propia patronal dicha medida generaría un ahorro para la industria del automóvil en torno a 140 millones de euros anuales, “a costa de las empresas transportistas españolas”, apostilla Fenadismer.
Desde la organización de transportistas consideran “indigno” para el colectivo del transporte por carretera dicho Plan de “supuesta” eficiencia que propone ANFAC, además de considerarlo una “aberración jurídica” al proponer que los camiones vayan sobrecargados y con dimensiones superiores a los límites máximos previstos por las Directivas europeas sobre requisitos técnicos de los vehículos de transporte, “lo que tendría una especial incidencia en la seguridad vial y un agravamiento del deterioro del estado del firme de las carretas españolas”.
“Por ello”, afirman fuentes de la organización, “nos oponemos a cualquier modificación normativa que propongan las organizaciones de fabricantes españoles que, con el objetivo de reducir sus costes pretendan incrementar el tonelaje o dimensiones de la actual flota de transporte en España”.
En ese sentido, desde Fenadismer recuerdan el “denostado modelo portugués” que aprobó el pasado mes de septiembre el Gobierno luso bajo la excusa “de promover la competitividad de la industria nacional” y de “garantizar la sostenibilidad del sistema de transportes”, y que supuso incrementar el tonelaje máximo permitido a los camiones en un 50%, un hecho “sin precedentes en ningún otro país de la Unión Europea”.