Los cambios en la industria química, procedentes de Estados Unidos, donde el precio de la electricidad es la mitad que en Europa y también el de las materias primas, y de Oriente Medio, donde se están montando grandes complejos químicos apoyados por el capital estatal, están poniendo en jaque a las empresas españolas de este sector, que se ven amenazadas por la posibilidad de perder competitividad en los mercados.

Teresa Pallarés, Jesús Loma-Osssorio, Josep Andreu y Francesc Sánchez

En este contexto surge ChemMed, el Clúster Químico del Mediterráneo, una iniciativa en la que participan la Autoridad Portuaria de Tarragona y la Asociación Empresarial Química de Tarragona al 50%, con la colaboración de otras entidades e instituciones locales y de la región.

“Teníamos un gran contenido que carecía de marca porque no era necesario tenerlo y ahora es necesario anticiparse antes de que el problema sea una realidad acuciante”, explicó el presidente de AEQT, Jesús Loma-Ossorio, durante el acto.

El presidente del puerto de Tarragona, Josep Andreu, aseguró que se trata de encontrar soluciones globales a la tendencia que está sufriendo la industria: “Nosotros, el puerto, somos la logística de la poderosa industria química y debemos acompañar a esta industria y pasar, por ejemplo, del almacenamiento de líquidos al almacenamiento de gas”.

Asistentes a la jornada celebrada ayer en el SIL

“El 60% del tráfico del puerto de Tarragona está vinculado con el sector petroquímico y entre puerto e industria se generan 13.000 empleos directos y 35.000 indirectos. Además, la industria química de Tarragona genera 20 millones de toneladas de productos al año y el puerto mueve 19 millones de toneladas vinculadas con el sector, que constituye el 25% de toda esta industria en España y el 50% de Cataluña”, explicó el presidente del puerto de Tarragona. A todo esto se suma la posibilidad de que se trata de una zona, entre industria y puerto, al que se suma la futura ZAL, que tiene la posibilidad de incrementar su superficie en 350 hectáreas.

En este objetivo común de lanzar y consolidar la marca de esta industria tarraconense, el enclave catalán ha impulsado mejoras en el Muelle de la Química, con inversiones de 76 millones de euros y la confianza de que la iniciativa privada invertirá al menos 40 millones de euros (ocho de ellos ya comprometidos). Este muelle dispone de un calado más que competitivo, con 16,5 metros y está conectado por el rack de tuberías al polígono industrial. “También tenemos en proyecto la ZAL, actualmente en trámite pero ya arrancando, una zona que podrá albergar todos aquellos servicios y operaciones vinculados a la actividad portuaria y logística”, añadió Andreu.

Finalmente, el presidente del puerto de Tarragona aludió al potencial que supondrá la terminal intermodal, que ya se está empezando a ejecutar y que cuenta con cuatro vías de ancho mixto, tanto ibérico como europeo, con capacidad para trenes de 750 metros y la conexión directa al futuro Corredor Mediterráneo.