Aunque el sector aprueba con un “suficiente” raspado, gracias al 42,8% de los encuestados, llama la atención el crecimiento del porcentaje, hasta el 30%, de empresas que consideran que la situación del transporte valenciano se aproxima más a un “suspenso”, una cifra que se encuentra diez puntos por encima de la de 2021. Las principales razones se encuentran, como no podía ser de otra manera, en la incontenible subida del precio del combustible y en la falta de conductores. Sólo en la Comunidad Valenciana faltarían ahora mismo unos 2.000 profesionales. Los costes para acceder a las titulaciones y la dureza del trabajo, dificilmente compatible con la cada vez más creciente conciliación familiar, son, sin duda, claves en este punto, aunque los vehículos reúnen ahora una serie de comodidades que hacen más atractivo el trabajo, cuyo salario mínimo bruto para el vehículo pesado se situaría en torno a 2.500 euros.

Carlos García, Carlos Prades y Juan Ortega

No obstante, más del 50% de conductores de internacional son inmigrantes, una cifra que podría seguir creciendo en un futuro inmediato.

Así lo explicaban ayer el presidente de la Federación, Carlos Prades, el vicepresidente, Juan Ortega, y el secretario de la FVET, Carlos García.

Combustible
Y es que el combustible ha pasado a representar el 40% de los costes directos de de las empresas de transporte, un 10% más que en el año anterior, lo que podría provocar el cierre de empresas, puesto que es “un escenario que podría empeorar aún más”.

También se ha encarecido en estos meses la compra de vehículos, concretamente un 30%, de manera que un vehículo que costaba entre 80.000 y 90.000 euros se sitúa ahora entre los 100.000 y 110.000. Aún así, “lo que más preocupa sigue siendo el combustible”, tal como apunta Prades. “Estamos hablando de un 70% de aumento sobre el mes de julio del año pasado y, dejando al margen la situación de Ucrania, de enero a enero ya había una subida del 30%. La guerra sólo ha disparado más los precios”, señala el presidente de la FVET. De esta forma, hoy cuesta 840 euros más llenar el depósito para realizar, por ejemplo, un trayecto de 2.800 kilómetros. “Si hablamos de una empresa con tres camiones estamos hablando de un sobresocoste de 10.000 euros y esto es inasumible. Somos empresas”, recuerda Prades.

Juan Ortega aludió a la falta de conductores: “Este problema afectaba a una de cada tres empresas y ahora afecta ya al 50% de ellas. Es un problema grave. En Valencia se necesitan unos 2.000 conductores y si ponemos las luces largas la situación se agrava cuando hablamos del transporte itnernacional”.

La dificultad en las operativas es otro de los grandes escollos que debe superar el transporte valenciano. “El tiempo de los camiones no tiene ningún valor. Pasan horas esperando para acceder a los recintos, una media de cinco horas en el caso del puerto de Valencia, lo que termina por dar una merma en esperas y retenciones de hasta tres millones de euros mensuales. Pero además estas esperar se trasladan a otros escenarios, tal como añadía Ortega, en el caso del transporte internacional e inciden de manera directa en la cuenta de resultados.

Con todo, aunque es cierto que un 25% de los encuestados percibe que ha aumentado el volumen de trabajo, este crecimiento no se refleja en un crecimiento de los ingresos. “Sólo un 15% de los encuestados ha experimentado un repunte de ingresos y en la mayoría de casos, inferior al 25%”, apuntó García.

Para Prades, cualquier ayuda que llegue será bien recibida pero lo cierto es que el sector se enfrenta a problemas estructurales: “No debemos ser cortoplacistas. Hacen falta medidas de calado y una de ellas es, sin duda, la formación.  Necesitamos que toda la cadena esté mucho más profesionalizada, desde el conductor al mando intermedio o el empresario. Este problema del sector del transporte, sino mucho más general - continuó Prades -. Debemos apoyar la llegada de gente joven al sector y seguir el ejemplo de comunidades como Castilla y León, donde se subvencionan la obtención del CAP y el cartent de conducir. Desde la FVET estamos tratando de articular iniciativas de formación en colaboración con la Consellería”.

Previsiones
De acuerdo a esta encuesta, las previsiones para el segundo semestre del año son algo más optimistas. Tal como explicó Carlos García, la entrada en vigor de las nuevas medidas aprobadas por el Gobierno (el recargo por la variación del precio del combustible, las soluciones a la carga y descarga o la reducción del tiempo indemnizable a una hora, entre otras) proyectan en el colectivo expectativas de recuperación. Aún así, la aplicación definitiva de este recargo no es fácil y “supondrá cambiar el modus operandi de nuestras relaciones comerciales”.