Ferrocarril
FIDEX pide a ADIF y AENA que sigan el ejemplo de Carreteras y pongan coto a la escalada de bajas en la contratación de ingeniería
El Foro para la Ingeniería de Excelencia (FIDEX), que agrupa a las principales ingenierías españolas, pide a ADIF y AENA que sigan el ejemplo de la Dirección General de Carreteras y lleven a cabo las modificaciones necesarias en sus pliegos para poner coto a la escalada de bajas y favorecer la calidad sobre el precio en la contratación de ingeniería.
Entre las medidas que deberían adoptar ambas entidades dependientes del Ministerio de Fomento (y el resto de Administraciones) está la inclusión del umbral de saciedad. Se trata, de hecho, de una propuesta que FIDEX ya realizó el pasado mes de septiembre al conocerse una resolución del Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) que, ante un recurso presentado por un concurso público en un ayuntamiento murciano, declaró lícito este umbral siempre y cuando se trate de concursos en los que el precio no sea el único criterio de adjudicación.
De esta forma, la propia Administración o entidad pública puede fijar en el pliego ese porcentaje de baja a partir del cual el ofertante no recibe más puntos en la valoración económica. En la práctica, la inclusión del umbral de saciedad supone poner suelo a las ofertas económicas en el nivel que la Administración considere adecuado a cada caso.
FIDEX advierte que un posible escollo para hacer realidad estos cambios puede ser la Intervención General del Estado (IGAE), ya que este organismo tradicionalmente no ha tenido en cuenta el carácter intelectual de los trabajos de ingeniería, por lo que sólo ha atendido a criterios que favorezcan la contratación del más barato en lugar de apostar por el aspecto técnico de la oferta.
Un umbral de temeridad más sensato
Otra de las medidas que en opinión de las ingenierías deberían aplicar todas las administraciones, en línea con la Dirección General de Carreteras, es reducir al menos a la mitad el umbral de temeridad. En la actualidad, lo habitual es que este umbral se sitúe en la media de las bajas de las ofertas más 10 puntos, cuando nunca debería superar más de 5 puntos y así evitar la profusión de ofertas con bajas inasumibles.
Asimismo, otro cambio que facilitaría poner freno a la escalada de bajas es la llamada expansión de la valoración técnica. En la actualidad, a la mejor oferta económica se le otorga la máxima puntuación económica posible, pero no ocurre lo mismo con la parte técnica. Desde FIDEX se pide que la oferta técnica mejor valorada al sumar los criterios incluidos en el pliego obtenga también la máxima puntuación técnica. Esto permitiría un equilibrio real en el peso que la calidad tiene en la valoración de las ofertas respecto al precio.
Según el director general de FIDEX, Fernando Argüello, “la Ley de Contratos del Sector Público que entró en vigor hace casi dos años estableció unas nuevas reglas de juego para favorecer la contratación de la mejor oferta para un trabajo de ingeniería, y no la más barata. Sin embargo, aún queda la batalla de los pliegos y uno de los frentes es poner coto a las bajas.
Así lo ha entendido la Dirección General de Carreteras, así debería entenderlo el resto de las entidades y administraciones públicas y así debería hacérselo entender el nuevo Gobierno a la Intervención General del Estado, que puede hacer caer en saco roto cualquier medida que favorezca la calidad técnica”.
El Foro para la Ingeniería de Excelencia (FIDEX) agrupa a las principales y más internacionalizadas ingenierías de España, que emplean a más de 23.000 profesionales y facturan en conjunto más de 6.000 millones de euros al año, de los que el 95% procede de mercados exteriores. Además, esta actividad internacional supone las tres cuartas partes de todo el negocio del sector de la ingeniería civil española en el extranjero. El objetivo de FIDEX es alcanzar la máxima calidad en la planificación, proyecto, control de la ejecución, mantenimiento y explotación de las infraestructuras como la única vía para obtener la mejor relación calidad-precio y evitar posteriores sobrecostes y retrasos en los plazos de ejecución de las obras.