El proyecto Tiger, o la apuesta por la co-modalidad
Tiger arrancó en octubre de 2009 con el objetivo de promover soluciones operativas para minimizar y evitar la congestión en los puertos europeos, a tenor del gran desarrollo del transporte marítimo.
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Jens Mielke (Panalpina), Steffen Rudkowski (Siemans), Joahnnes Fritzen (“K” Line) y Martin Dixon (Drewry) |
Entre sus objetivos, buscar las vías para resolver la distribución y transporte de esos grandes volúmenes de mercancías de los puertos desde/hacia sus destinos interiores. En este sentido, el proyecto parte de la premisa de que la nueva generación de grandes buques portacontenedores ha incorporado a las rutas marítimas de todo el mundo una nueva dimensión de “gigantismo”, mientras que muchas de las infraestructuras interiores de los diferentes países apenas han evolucionado.
Los puertos de Hamburgo, Bremerhaven, Jade Weser, Génova, Taranto y Gioia Tauro forman parte del proyecto, cuyo trabajo y objetivos fueron presentados por Franco Castagnetti, líder del proyecto, que habló acerca de la proyección de tráfico prevista por los puertos del proyecto Tiger para el período 2015-2020 y las alternativas de transporte desde estos puertos hacia sus correspondientes hinterlands. Castagnetti también recordó que al amparo de este proyecto se han realizado inversiones de centenares de millones de euros, tanto por la parte privada como por la pública.
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Asistentes a la conferencia |
Entre los fines de este proyecto, Franco Castagnetti citó la integración de los puertos secos dentro de las instalaciones portuarias a través del ferrocarril, activar los servicios nacionales e internacionales entre/desde los puertos secos a las zonas de atracción de tráficos, la identificación de los cuellos de botella y el impulso de trenes de más de 1.500 metros de longitud para poder buscar la mayor eficacia y ahorro de costes. Tiger también trabaja en la revisión de la misión original de los puertos marítimos para conectar tierra y mar y reitera que en antagonismo entre los diferentes modos de transporte es ya algo histórico.
En el coloquio posterior participaron Jens Mielke, de Panalpina, Steffen Rudkowski, de Siemans, Joahnnes Fitzen, de “K” Line, y Martin Dixon (Drewry). Entre todos intentaron definir sus expectativas para el transporte en Europa durante la próxima década y coincidieron en que es difícil predecir lo que va a ocurrir. Se pusieron sobre la mesa los factores que influyen en el desarrollo del volumen de tráfico a nivel mundial y su correcta canalización, entre ellos la situación económica y la fabricación, con las grandes diferencias existentes entre China y Europa.
Las inversiones en las conexiones con los destinos interiores son imprescindibles, particularmente en los puertos secos, pero también, y sobre todo, en las conexiones ferroviarias con toda Europa. La mercancía, tal como destacaron los ponentes, debe salir rápido de los puertos porque los recintos portuarios no tienen capacidad para almacenar. El problema, en definitiva, no son los grandes buques, los mega carriers, sino la capacidad en tierra de absorber todos esos volúmenes y transportarlos en el menor tiempo posible y al menor coste.