Un contenedor con una sustancia que explota en contacto con el agua (ferrosilicio) cayó en aguas australianas desde el portacontenedores “Rena”, que, además, ha vertido 300 toneladas de petróleo desde que naufragó en Nueva Zelanda.

Así lo han recogido varios medios de comunicación, que han añadido que, de momento, se desconoce la ubicación de este contenedor con ferrosilicio del barco, que ya ha causado una catástrofe ambiental, En total han caído al mar unos 88 contenedores, de los cuales 58 están vacíos y los otros contienen productos lácteos, madera y piel de animales.

La Autoridad Marítima de Nueva Zelanda (MNZ, siglas en inglés) informó de que las grietas detectadas en el “Rena” no han empeorado y el carguero parece haberse asentado en el arrecife.