El puerto de Shanghai ha determinado que todas las naves que lleguen o zarpen de sus instalaciones y transporten mercancías peligrosas a granel o líquidos deben observar las indicaciones de la Autoridad Portuaria entre los meses de junio y octubre, con motivo de las Olimpiadas de Pekín.

Entre el 20 de julio y el 31 de agosto toda nave que transporte mercancías peligrosas como explosivos, material radioactivo y sustancias tóxicas no tendrá autorización de entrar al puerto de Shanghai. Tampoco estarán autorizados los lavados de estanque o el “gas freeing”.

Estas medidas buscan reducir al máximo la posibilidad de atentados terroristas y los problemas de seguridad, en unos meses en que China acogerá los Juegos Olímpicos.