Las obras para el tren de alta velocidad entre Pekín y Shanghai, que durarán cinco años, han comenzado ya.

El primer ministro chino, Wen Jiabao, asistió a la ceremonia de inicio de las obras, que requerirá una inversión de unos 21.900 millones de dólares.

El ferrocarril recorrerá en menos de cinco horas los 1.318 kilómetros que separan Pekín y Shanghai a una velocidad punta de 350 kilómetros por hora. Así se reducirá a la mitad la duración actual del trayecto, que tarda unas diez horas.

Se espera que el nuevo transporte incremente la capacidad de transporte de la red a 80 millones de pasajeros y más de 100 millones de toneladas de mercancías.

China presentó recientemente su propio tren de alta velocidad que es capaz de alcanzar los 350 kilómetros por hora y fabricado con tecnología de la empresa alemana Siemens.

Un 40% de las acciones del nuevo tren de alta velocidad pertenecerá a China Railway Construction Corporation, que ya construyó el tren al Tíbet, el ferrocarril de levitación magnética de Shanghai y la línea Pekín-Hong Kong.