El presidente ruso, Vladímir Putin, ha autorizado la creación de zonas económicas especiales en los puertos del país con el objetivo de atraer inversiones extranjeras.

Esta medida afecta tanto a los enclaves marítimos como a los fluviales, concretamente a los ubicados en cuenca del Volga donde se encuentran los principales centros de producción rusos como Samara, Nizhni Novgorod, Saratov y Volgogrado.

Asimismo, el Ministerio de Desarrollo Económico y Comercio planea crear una agencia federal que administrará las zonas económicas especiales entre cuyas funciones se encontrará desarrollar sectores como el tecnológico, las infraestructuras de transporte y la fabricación de nuevos productos. El texto prevé la creación de dos tipos de estas zonas especiales, unas industriales y otras tecnológicas, a partir de enero de 2008.

Las primeras tendrán una superficie de entre diez y 20 kilómetros cuadrados, y las segundas se instalarán en áreas no superiores a los dos kilómetros cuadrados, y funcionarán como
bases para centros de investigación.

Entre las ventajas empresarial que contempla la ley, se incluyen beneficios de aduanas (exención del pago de las tarifas de importación y exportación) y una exención de cinco años de los impuestos de propiedad y del suelo, entre otros.

Una de las condiciones obligatorias que fija el texto para la concesión de espacios en estas zonas portuarias especiales es que la empresa extranjera invierta no menos de diez millones de euros en los primeros diez años de actividad, de los que al menos un millón deberá desembolsarse en los primeros doce años.

La nueva ley no es aplicable en la regiones de Kaliningrado (Báltico) y de Magadán, al oeste, ya que disfrutan de un régimen especial de zona económica.