La compañía naviera APL y el puerto de Seattle desarrollaron en este recinto simulacros para poner a prueba sus procesos de seguridad, en colaboración con organizaciones de Estados Unidos como el FBI, la administración de aduanas, la Guardia Costera y de Protección de Fronteras y la policía portuaria, además de los cuerpos locales de policía y bomberos.

Estas pruebas, basados en simulacros de situaciones de emergencia, comprobaron la habilidad de la naviera, del puerto y del resto de agentes de seguridad para combinar sus esfuerzos para hacer frente a amenazas como un posible atraque terrorista.

Los simulacros tuvieron lugar tanto en tierra, en la terminal número 5 del puerto de Seattle, como a bordo del buque “APL Coral”, operado por Tagle Marine Services, una de las filiales de la compañía naviera.

El ejercicio tomó como supuesto una llamada de teléfono que contactara con la terminal para avisar de que había una bomba escondida en sus instalaciones e incluyó el desalojo de la tripulación del “APL Coral” y de la mayoría de trabajadores de la terminal número 5 de Seattle.

Sin embargo, las puertas del recinto se mantuvieron abiertas, para permitir que los camiones
que operaban en ese momento en el puerto pudieran seguir entrando y saliendo para entregar y recoger contenedores en la terminal.

Desde la naviera, destacaron que el elemento clave del simulacro fue “la rápida puesta en marcha de una estructura integrada” de emergencias en la que participaron tanto APL, como el
puerto de Seattle y las autoridades federales y locales de seguridad.

“La habilidad de comunicarse de forma efectiva y de coordinar las funciones que se han asignado con anterioridad se considera vital para el éxito de la respuesta ante una amenaza”, explicaron desde la naviera APL.

Durante este ejercicio, el nivel de seguridad de la terminal fue elevado de MARSEC1 a MARSEC3, el más alto posible.

“Ha sido una excelente prueba para comprobar nuestra habilidad para movilizar la respuesta rápida de los cuerpos de seguridad”, destacó el director de la seguridad portuaria en Seattle, Arif Ghouse, quien añadió que “sin este tipo de ejercicios es difícil saber dónde están nuestros fallos y cuáles son nuestros puntos fuertes y ahora podemos mejorar nuestras actuaciones”.

“No hay duda que este simulacro ha mejorado nuestra habilidad de responder ante una emergencia real”, añadió Arif Ghouse.

Por su parte, el vicepresidente de seguridad de la naviera APL, Earl Agron, aseguró con este ejercicio, la compañía “ha pasado de los principios teóricos a la práctica y ha demostrado que puede colaborar con el sector público de forma efectiva y coordinada”.

La naviera APL, que forma parte del grupo de Singapur Neptuno Orient Lines (NOL), ofrece más de sesenta servicios marítimos semanales y está representada en el puerto de Valencia por la firma APL Spain.