La japonesa “K” Line diseñará un buque propulsado por amoníaco
La naviera japonesa Kawasaki Kisen Kaisha ("K" Line) ha recibido autorización por parte de la sociedad de clasificación ClassNK para el diseño de un buque granelero de 200.000 toneladas de peso muerto propulsado por amoníaco. “K” Line obtiene esta confirmación -la autorización ‘Approval in Principle’ (AiP)- junto a las compañías ITOCHU Corporation, Nihon Shipyard, Mitsui E&S Machinery y NS United Kaiun Kaisha.
Desde la naviera nipona indicaron este pasado viernes que no existen directrices internacionales para el uso de amoníaco como combustible marino. Es por eso “K Line” y sus socios aspiran a obtener un certificado Alternative Design Approval para la construcción de la nueva embarcación.
También se ha realizado una asesoría de gestión de riesgos relacionada con la seguridad del amoníaco como combustible y el diseño básico de la nave ha sido considerado "capaz de asegurar el mismo nivel de seguridad que los barcos que emplean los carburantes existentes".
Según "K" Line, lograr esta AiP es un hito para la implementación de buques propulsados por amoníaco, que suponen un reto nuevo para el cómputo global del sector marítimo.
Asimismo, las empresas socio del proyecto prevén que el buque esté terminado y que pueda entrar en servicio a partir del año 2026, es decir, a tres años vista.
Propulsión por viento
La naviera japonesa, que cuenta con oficinas en España, ya recibió en agosto de 2020 la misma aprobación de ClassNK para un nuevo sistema de propulsión asistido por viento para uno de sus barcos. Tal y como comunicó entonces la naviera, se trataba de un sistema de cometas que ayuda a la propulsión del barco aprovechando la energía del viento a través de su vuelo dinámico. “Un simple interruptor lanza o recupera el cometa que se despliega, opera y replega de forma autónoma”.
De esta forma, con la nueva autorización, “K” Line se mantiene firme en su misión de contribuir a la descarbonización y el desarrollo de la energía marina sostenible.