La naviera Nippon Yusen Kabushiki Kaisha (NYK) y las compañías Elomatic Oy y MTI han completado el concepto de diseño de un buque propulsado por gas natural licuado (GNL) y capaz de emplear amoníaco. La nave ha sido pensada para favorecer la transición energética del sector marítimo.

NYK se ha fijado como objetivo a largo plazo lograr un nivel cero de emisiones de gases de efecto invernadero hasta 2050 en sus operaciones. Para ese fin, el grupo japonés está expandiendo su flota de naves que emplean GNL somo “solución intermedia” hasta la implantación de combustibles futuros como el amoníaco y el hidrógeno.

ARLF
Este proyecto, que arrancó el pasado mes de noviembre, ha supuesto el desarrollo de un “Ammonia-fuel ready LNG-fuelled vessel” (ARLFV). Es decir, una nave capaz de propulsarse por GNL y reconvertirse para emplear amoníaco, un carburante que la naviera considera que será relevante en el futuro.

El concepto de diseño toma en consideración también otras cuestiones como la capacidad de carga, la distancia de navegación, la velocidad, etcétera.

En la primera fase del proyecto, que concluyó en el mes de septiembre, se ha diseñado el navío desde la premisa de un buque ‘pure car carrier’ y de un barco post-panamax para graneles sólidos, respectivamente.

Se definieron cuestiones como el material y la ubicación de las cisternas destinadas al amoníaco y de un dispositivo que alimenta el motor de amoníaco, entre otros.

En la próxima fase del proyecto, se abordará el diseño de una nave ‘very large crude carrier’ (VLCC) y de un ‘capesize bulk carrier’.

Hasta finales de este año, el diseño se desarrollará en colaboración con astilleros y constructores navales.

El plan de NYK es que los primeros pedidos puedan realizarse en 2023 y que los primeros navíos estén completados en 2025.

NYK Line está representada en Valencia por la firma Combalía Agencia Marítima.