Los astilleros chinos baten su récord de producción y liderarán el mercado en 2015
La producción de la industria naviera china batió su récord en 2006 al construir una flota con capacidad de 14,52 millones de toneladas de peso muerto (TPM), sólo por detrás de los astilleros de Corea del Sur y Japón, a los que espera desbancar en 2015.
La producción de los astilleros chinos cubrió casi la quinta parte del mercado mundial y registró un aumento del 20% respecto a 2005, informó la Comisión de Ciencia, Tecnología e Industria para la Defensa Nacional (CCTIDN).
Las dos principales navieras chinas son la Corporación Estatal de Astilleros de China (CSSC), fundada en 1999 y la Corporación Industrial de Astilleros de China (CSIC).
Ambas produjeron buques con una capacidad de 6,02 y 2,67 millones de toneladas de capacidad respectivamente, mientras que el resto del mercado quedó cubierto por la actividad
de los numerosos astilleros locales.
Según los datos oficiales, un 51% de la producción se destinó a la construcción de buques petroleros.
Las navieras chinas recibieron además nuevos encargos con una capacidad de 42,51 millones de toneladas de peso muerto, por lo que ya acumulan 68,72 millones en encargos de producción, el 24% del mercado mundial.
China lleva doce años consecutivos ocupando el tercer puesto en el sector industrial de astilleros, sólo por detrás de Japón y Corea del Sur, con los que acortó las distancias en los últimos dos años.
Según las previsiones de Chen Xiaojin, director general de CSSC, China se convertirá en el primer constructor de barcos del mundo en 2015.
Portugal y China
El primer ministro luso, José Sócrates, ha presentado su país en China como el “puerto ideal” de entrada a la Unión Europea (UE), Brasil y África.
“Tenemos condiciones para los empresarios chinos y buenas oportunidades de negocio al ser un país europeo y puerta de entrada a la UE”, dijo Sócrates en un foro económico durante su primer viaje oficial de cuatro días a China.
El primer ministro ha presidido con su homólogo, Wen Jiabao, la firma de varios acuerdos empresariales e institucionales.
Entre ellos, uno alcanzado entre la constructora portuguesa Mota Engil y la china Nan Kwong Group, por la que la que la plataforma lusa de Poceirao servirá para recibir y distribuir las exportaciones chinas a África, Brasil y el sur de Europa.
Acompañado por una delegación de más de 70 empresarios portugueses, Sócrates busca abrir puertas para incrementar el comercio con China, que en 2006 fue de 1.700 millones de dólares (un 30% más que en 2005), y ofrecer las ventajas empresariales de Portugal.
Entre ellas, subrayó el ministro de Economía, Manuel Pinho, que forma parte de la comitiva, Portugal tiene unos “costes salariales más bajos” que otros países europeos, “buenas infraestructuras y buenos puertos, algo importante para empresas con posicionamiento internacional como las chinas”.
También, dijo, es una puerta de entrada también a la Unión Europea (UE), cuya presidencia rotativa asumirá el país ibérico el próximo semestre y durante la cual se celebrará en Pekín la Cumbre UE-China.
La visita de Sócrates devuelve la que hizo en diciembre de 2005 a Portugal Wen Jiabao, durante la cual China concedió a Portugal el estatus de socio estratégico, que en Europa sólo tenían Reino Unido, Francia, Alemania y España.