El car carrier “Viking Ocean”, operado por la naviera Kawasaki Kisen Kaisha (“K” Line), ha repostado biocombustible por primera vez en Japón, en concreto, en la terminal para vehículos terminados de la compañía, la Daikoku C-4, del puerto de Yokohama.

El propietario del navío es el grupo noruego Gram Car Carriers.

Según exponen desde “K” Line, el biocombustible marino tiene el potencial de convertirse en una alternativa a los carburantes fósiles, ya que el éster metílico de ácidos grasos (FAME) que contiene permite reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un 84% - en todo su ciclo de vida - sin tener que modificar técnicamente los motores de los navíos.

En concreto, el biocombustible empleado en esta operación cuenta con un 24% de FAME mezclado con carburante bajo en azufre y se prevé que limite las emisiones generadas en cada travesía del “Viking Ocean” en, aproximadamente, 190 toneladas de dióxido de carbono (CO2) en relación con los carburantes pesados.