La naviera Nippon Yusen Kabushiki Kaisha (NYK) iniciará este año un programa de pruebas a largo plazo para la introducción de biocombustibles, a gran escala, en su flota con el fin de alcanzar su objetivo de reducir a cero sus emisiones de dióxido de carbono (CO2).

La flota de NYK ya ha realizado pruebas de combustibles

Así, la compañía japonesa probará la seguridad y el suministro estable de los biocombustibles cuando se usan durante un largo periodo de tiempo. En concreto, empleará biocombustibles ininterrumpidamente durante tres meses en buques de características y cargas diferentes.

Esta iniciativa también les permitirá establecer un sistema de navegación seguro y avanzar en su propósito de limitar sus emisiones de gases de efecto invernadero un 45% hasta 2030 en relación con los niveles de 2021.

Desde 2019, NYK lleva realizando pruebas a corto plazo en diez de sus buques, pero, con este programa nuevo, prevé estudiar el impacto de los biocombustibles en el motor principal y en el generador, así como la evolución de su calidad tras un largo periodo de almacenamiento.

Los biocombustibles se producen a partir de fuentes biológicas como aceite de cocina usado y se considera que no generan emisiones de CO2 durante la combustión. Además, pueden emplearse directamente en los motores de combustibles pesados sin modificaciones técnicas.

Otros hitos
Precisamente a finales de 2023, NYK se alió con JERA Co. y Resonac Holdings Corporation para suscribir un acuerdo en el que se estudian de manera conjunta las posibilidades de suministro de amoníaco como combustible para buques mercantes.

En el marco del proyecto Green Innovation Fund de la Organización japonesa de Energía Nueva y Desarrollo de Tecnología Industrial (NEDO), NYK está actualmente realizando un estudio de investigación y desarrollo de un remolcador equipado con un motor específico para la combustión de amoníaco.

Se prevé que el A-Tug esté listo el próximo mes de junio y genere una operativa segura en lo relativo al suministro de amoníaco a los barcos. Los objetivos del estudio también abarcan el establecimiento de un sistema de transporte y recepción de amoníaco como combustible en el área portuaria y la colaboración con las autoridades para formular normativa de este uso del amoníaco.

NYK Line está representada en Valencia por la firma Combalía Agencia Marítima.