La naviera Kawasaki Kisen Kaisha ("K" Line) ha cerrado su primer trimestre fiscal - que abarcó de abril a junio - con unos beneficios netos de 263 millones de dólares, un 85,5% menos que en el mismo periodo de 2022.

Las ganancias operativas se situaron en 134 millones de dólares, lo que supuso una mejora del 4% mientras que los ingresos descendieron un 2,8% hasta los 1.517 millones de dólares.

Desde la naviera, explicaron que, en el caso de los graneles sólidos, sus resultados se vieron afectados por la ralentización de la demanda de servicios de transporte por parte de China y por el descenso de movimientos de acero y carbón con destino a Europa.

En cuanto a los graneles líquidos, la evolución se mantuvo estable, gracias a los acuerdos a medio y largo plazo que la naviera mantiene con sus clientes y que generan unos ingresos estables.

Para el conjunto del ejercicio fiscal - que abarca del 1 de abril de 2023 al 31 de marzo de 2024 -, la compañía nipona prevé obtener unos beneficios de 819 millones de dólares, unas ganancias operativas de 580 millones de dólares y unos ingresos de 5.941 millones de dólares.

"K" Line, que tiene oficinas en España, presentó estos resultados después de, durante el ajercicio anterior, haber incrementado sus beneficios en un 8,2% respecto a 2021, hasta los 5.091 millones de dólares.