El Marco de Windsor no resolverá los problemas comerciales del Reino Unido
El acuerdo recién firmado es importante para las relaciones con la Unión Europea, pero hará poco por la economía de Reino Unido a medida que disminuye el comercio con Europa.
Casi siete años después de que Reino Unido votara a favor del Brexit, el Marco de Windsor recién firmado con la Unión Europea cierra una de las cuestiones más complejas del entorno post Brexit. El nuevo acuerdo reducirá los controles sobre los bienes que entran en Irlanda del Norte desde Gran Bretaña, suavizando las barreras creadas en el mercado interior del Reino Unido. Las mercancías destinadas a Irlanda del Norte circularán por un nuevo carril verde, evitando las declaraciones de exportación y los trámites asociados, mientras que las destinadas a la Unión Europea se dirigirán a un carril rojo sujeto a los controles habituales.
El acuerdo evita una frontera dura en la isla de Irlanda y facilita los flujos comerciales a través del Mar de Irlanda, pero no mitigará el impacto del Brexit en la economía británica. Las barreras comerciales generadas por el Brexit han creado un lastre único para la economía británica. Se prevé que el Reino Unido registre en 2023 el menor crecimiento de todas las economías del G7 y es poco probable que su economía alcance los niveles de PIB anteriores a la pandemia hasta mediados de 2024.
Los datos son claros. En 2022 el comercio del Reino Unido con el resto del mundo (668.000 millones de libras esterlinas) ha pasado a ser más relevante que con la Unión Europea (617.000 millones) por primera vez desde que la Office for National Statistics empezó a recopilar datos. "Desde el Brexit hemos visto barreras no arancelarias en forma de burocracia aduanera e incertidumbre regulatoria que perturban el comercio entre el Reino Unido y la Unión Europea. La economía del Reino Unido ha ido aparentemente de mal en peor a lo largo de 2022 y seguirá siendo la de peor rendimiento en 2023 entre las grandes economías industriales del G7", afirma la economista de la aseguradora de crédito, Dana Bodnar.
Se prevé que la expansión económica de Reino Unido quede contenida en el 0,3% en 2023, seguida de un modesto repunte del 1,3% en 2024. La inflación aumentó bruscamente en 2022, afectando considerablemente al poder adquisitivo de los consumidores. Los tipos de interés siguen siendo altos, los precios de la vivienda continúan cayendo y es probable que la actividad de préstamos hipotecarios siga siendo escasa. "Las restricciones estructurales de la oferta, los efectos fiscales limitados y las interrupciones comerciales posteriores al Brexit agravan el impacto negativo de la guerra en Ucrania sobre la inflación energética, la confianza de los consumidores y las cadenas de suministro de las empresas", añade Bodnar.