La naviera Nippon Yusen Kabushiki Kaisha (NYK) y la compañía JERA estudiarán las posibilidades del transporte de amoníaco como combustible para sus operaciones comerciales con plazo hasta 2030.

Además,ambas compañías investigarán las posibilidades de desarrollar naves más grandes que, al mismo tiempo, tengan las dimensiones apropiadas para recalar en las centrales térmicas japonesas y estudiarán cómo establecer un sistema seguro de transporte en este sentido.

Y es que “es necesario incrementar el tamaño de los buques para aportar amoníaco en grandes cantidades con el fin de genear energía de bajo coste”.

La naviera NYK Line, representada en Valencia por la firma Combalia Agencia Marítima, pretende reducir a cero sus emisiones de gases de efecto invernadero hasta 2050 y trabaja para establecer una cadena de sumunistro estable para el amoníaco.