Defensas portuarias, una nueva industria para Valencia de la mano de la multinacional SFT
Será, además, la primera fábrica de estas características en España. Y en la elección final de la compañía ha inclinado la balanza a favor de Valencia la alta cualificación de sus profesionales y la posición estratégica del Puerto. "Han sido factores determinantes, además de la excelente localización que hemos encontrado y que nos permite estar cerca de nuestros clientes", explica Eduardo Rodero, director general de la compañía en España. De hecho, desde la oficina de Valencia se dirigen los equipos de ingeniería, recursos humanos y comunicación y marketing del grupo a nivel mundial.
Pero, además, tras más de seis décadas en el mercado de la fabricación de defensas, el grupo ShibataFenderTeam cuenta con un amplio catálogo de productos, desde simples perfiles de caucho hasta sistemas de alta ingeniería, así como accesorios y fijaciones. Y en su planta valenciana se centrarán en una de las soluciones de más alta calidad y durabilidad. "Son productos con un núcleo de poliuretano que es una espuma laminada que se funde con calor y que absorbe la energía en el impacto. Tiene una capa exterior con material que no es marcante, por lo que no mancha ni pica al buque", detalla. Por tanto, son ideales para la industria naval de guerra o para cruceros.
La instalación, en este momento en fase de construcción, cubrirá todo el mercado europeo, asiático y de oriente medio y permitirá a Valencia posicionarse en la industria naval con esta planta única en el país. Los trabajos de construcción se prolongará entre 8 y 9 meses, por lo que la previsión es que esté terminada en la primavera de 2025 y que permita la creación de cerca de una treintena de trabajadores.
Lo cierto es que ShibataFenderTeam es el principal fabricante internacional de defensas, con más de 60 años de experiencia en la producción de defensas, más de 145.000 defensas en servicio y 100 años de experiencia en la fabricación de productos de caucho. Tiene su origen en la fusión de la japonesa Shibata, principal accionista del grupo, y la germana Fender Team. La primera, fundada en 1923, estaba especializada en productos de caucho, aunque en los años sesenta comenzó con la producción de productos para la protección de muelles. Por su parte, FerderTeam llevaba desde 2006 con defensas portuarias. Tras años de colaboración, en 2015 la nipona adquirió el 51% de la compañía constituyéndose como un grupo que en 2023 facturó 80 millones de euros.
Su sede central se encuentra en Alemania y cuenta con oficinas regionales en Estados Unidos, Europa y Asia. Llegó a España en 2017 abriendo una delegación comercial en València con un equipo que poco a poco ha ido aumentando plantilla hasta los 25 trabajadores actuales. "En Valencia, la empresa encontró un mercado laboral muy interesante porque tenemos gente muy cualificada y buenos profesionales. Empezamos con una oficina comercial para dar soporte al mercado Latinoamericano, pero al final hemos ido asumiendo y centralizando desde aquí los equipos de ingeniería, recursos humanos y marketing", explica su director general.
Y de esa fuerza y la necesidad del grupo de aumentar sus capacidades productivas llegó la oportunidad de erigir en la provincia su nueva planta. "Al norte de Alemania tenemos un centro de producción que, por el nivel de pedidos, necesitábamos aumentar. Entendimos que era buena idea abrir hacerlo en Valencia", asegura. Así, con la ayuda de Invest in Valencia encontraron Sollana como ubicación. Además, explica que el Puerto de Valencia es una infraestructura que ha sido determinante para facilitar el transporte de sus materiales y estar cerca de sus clientes.
"Vamos a contracorriente"
Rodero explica que en la industria naval existe una gran evolución en los últimos años con una clara tendencia hacia buques cada vez más grandes y con un cambio en las recomendaciones y estándares muy fuertes, dirigidos hacia una mayor sostenibilidad en el entorno. De ahí, que exista una renovación en los recintos portuarios, lo que les permite seguir creciendo en el mercado. Pero también, muchos puertos están ampliándose, como es el caso de Valencia con la futura terminal norte, una oportunidad que tampoco quieren dejar pasar.
"Nosotros vamos a contracorriente. Por un lado, porque en España existe una tendencia de deslocalización de la producción hacia Asia y, en cambio, nosotros apostamos por acercarnos y hacer fabricación local. Pensamos que es el camino acertado. Y, por otro, estamos especializados en una cosa, las defensas marítimas, y solo hacemos eso. No creemos en la diversificación de productos", explica en alusión a los cambios que están acometiendo muchas industrias.
Ahora bien, sí que van a explorar, y de hecho ya van a hacer algún proyecto así, alianzas estratégicas con socios concretos dirigidas a ofrecer un valor añadido en temas de sostenibilidad. "Hay una tendencia clara para que los puertos sean cada vez más limpios y con menos emisiones. Nosotros podemos implementar tecnología para que los buques amarrados no tengan que estar generando energía con su motor, sino que se conecte con suministros eléctricos para lo que se necesitan defensas especiales. En eso sí que vamos a estar", asegura.
La planta se ubicará en un terreno de 10.000 metros cuadrados en Sollana, a tan solo 20 minutos del recinto portuario y contará con una inversión de siete millones de euros. Será la cuarta factoría de la compañía, la primera en España, y estará dedicada a la producción de defensas de espuma y también contará con un edificio para el moldeado de HD-PE (polietileno de alta densidad) y un tercero para trabajos de acero. Estos sistemas se utilizan en los muelles portuarios para evitar que los barcos choquen contra el dique durante el atraque.
"Cuando el buque atraca en el puerto lleva un movimiento, una velocidad y una masa que produce una energía cinética que hay que disipar. Las defensas son elementos elásticos que deflectan y absorben esa energía, de forma que la maniobra de atraque se hace de forma segura", explica Rodero. En el caso de la firma, cada proyecto se hace medida en función de las características de cada recinto portuario y su entorno.
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