Los robos de mercancía representan una cuarta parte de los siniestros de transporte
Osettra, consultora especializada en el sector de transporte, ha realizado un estudio sobre las principales causas de los siniestros de mercancías de las empresas de transporte por carretera españolas. Los datos muestran que los robos son el motivo principal, puesto que representan el 24,80% del total. En segundo lugar, se encuentran los daños a las mercancías durante las operaciones de carga y descarga (17,44%), seguido de la mala estiba (11,24%), los accidentes del vehículo (10,46%), las averías del equipo de frío (6,81%), las mojaduras (4,33%) y los incendios (3,87%).
Aunque suponen prácticamente la cuarta parte de las incidencias, la aceptación del siniestro de robo por parte de la aseguradora está siempre limitada, especialmente en lo que se refiere a las medidas de seguridad que debe tomar el transportista. De hecho, la causa principal de rehúse de un robo de mercancías es el aparcamiento nocturno en lugares excluidos. “La compañía de seguros requiere que el vehículo se encuentre en aparcamientos vigilados. De no ser posible, aceptan lugares como áreas de servicio 24h, pero excluyen polígonos industriales, zonas de descanso o similares”, explica Mario García, subdirector de Osettra.
La jurisprudencia establece un criterio sólido sobre la responsabilidad del transportista al elegir el área de descanso, llegando incluso a calificar de “dolo” la conducta del transportista que estaciona en un lugar peligroso, no vigilado y de débil protección. Según Dolors Calzadilla, titular del despacho AGNES Abogados, este tipo de sentencias nos muestran que "una conducta dolosa acreditada del transportista puede suponer, no sólo la posibilidad de estar privado de la cobertura del seguro, sino además el riesgo de tener que afrontar una reclamación en extremo cuantiosa, sin poder beneficiarse de los límites legales establecidos en el Convenio CMR ni en la ley interna española".
Otra fuente de conflictos en el seguro de transportes son aquellas incidencias cuyo origen es una mala estiba o estiba inadecuada. Estas situaciones suponen el 11,24%, pero su número se podría llegar a duplicar si se tienen en cuenta una parte de aquellos siniestros de causa indeterminada (17,54%) que ocurren por roturas o golpes de la mercancía durante el viaje. “En ocasiones el siniestro sucede por una incidencia de circulación que no llega a ser un accidente (frenazo, volantazo, etc.), pero el perito de la aseguradora lo achaca a una insuficiencia de la preparación de la mercancía a bordo del vehículo, ya sea por la disposición de la carga, su sujeción o un embalaje inadecuado. De no ser muy evidente, este tipo de valoración puede ser muy controvertida”, apuntan desde Osettra.
Además, es importante determinar quién ha sido el responsable de las tareas de estiba, así como de la carga y la descarga. Y es que “ambas garantías sólo tienen cobertura si las ha realizado el transportista o sus empleados. Si estos trabajos han sido por cuenta del expedidor, el seguro no responderá por ellos”, señala García.
Mercancías excluidas de cobertura
Otra causa de rehúse en los siniestros de transporte son las mercancías excluidas. Existen una serie de bienes que no suelen estar cubiertos, y otros lo están, pero de forma limitada, por ejemplo, con un capital más bajo, con una franquicia más elevada o sólo en ciertos tipos de siniestros. “Es habitual que las pólizas excluyan mercancías como el cobre, el tabaco, la prensa, los metales preciosos o el dinero en metálico. Es importante revisar en qué condiciones tendremos el amparo de la póliza y cuál es la casuística de cada empresa o autónomo. El transportista es el eslabón más débil de la cadena y en muchos casos se encuentra indefenso frente a la presión de sus clientes”, explican desde Osettra.