El principal desafío del sucesor en la empresa familiar es la aceptación por parte del equipo
La Cátedra de Empresa Familiar de la Universitat de València (CEFUV) promovida por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), EDEM Escuela de Empresarios, el Instituto Valenciano para el Estudio de la Empresa Familiar (IVEFA), el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) y la Universitat de València (UV), y que cuenta con el patrocinio de CaixaBank y Broseta, ha organizado un nuevo desayuno-tertulia para tratar las experiencias sobre el proceso de sucesión en las empresas familiares, desde la perspectiva de los sucesores que asumen el liderazgo.
El desayuno ha empezado con una presentación por parte del director de la Cátedra de Empresa Familiar, Alejandro Escribá, quien ha presentado a los ponentes y ha destacado la importancia del tema abordado en esta ocasión: “asumir la dirección de una empresa familiar, recibiendo el testigo de la generación anterior, constituye un enorme desafío y una gran responsabilidad para las personas que reciben este encargo. ¿Cómo se asume este reto? ¿Qué pasos, acciones o estructuras pueden resultar útiles para que los/las sucesores/as asuman con eficacia y solvencia sus nuevas funciones?”
Para responder a estas preguntas, ha tenido lugar un coloquio, moderado por Alejandro Escribá, con León Grau (CEO de Hilaturas Miel) y Nuria Luna (CEO de Pinturas Blatem), quienes han relatado sus experiencias y aprendizajes tras asumir el testigo en sus empresas familiares.
Durante su intervención, León Grau, CEO de Hilaturas Miel, ha contextualizado su llegada a la dirección en la empresa, y ha manifestado que “los primeros pasos tras tomar el relevo requieren trabajar con paciencia y prudencia, fundamentando muy bien las decisiones para lograr la aceptación por parte del equipo de dirección en el que te integras”.
Con respecto a los principales aprendizajes, Grau ha comentado que se aprende tomando decisiones, y que los momentos más difíciles son los que más oportunidades de aprendizaje generan. “En las crisis es cuando los empresarios familiares damos más de nosotros mismos”.
En su opinión, en muchas empresas familiares las estructuras y decisiones se van adaptando en función de las circunstancias, pero que le ha parecido interesante reflexionar sobre los procesos de sucesión. De este modo se puede trabajar en crear el contexto adecuado para que la sucesión se pueda realizar en cualquier momento cuando las circunstancias lo requieran.
Por su parte, Nuria Luna, CEO de Pinturas Blatem, ha relatado la historia de la empresa familiar que ahora lidera, creada hace más de seis décadas por su padre, un pintor que decidió emprender y crear las pinturas tal y como él quería. Luna, que asumió la Dirección de la compañía en marzo del 2020, asegura que “desde entonces he hecho un master en pandemias, escasez de materias primas, guerras, impuesto al plástico, sostenibilidad, costes de transporte y un largo etcétera”, mientras se focaliza en uno de sus principales retos, la gestión del cambio: “para mí, la gestión del cambio es un proceso particularmente desafiante que implica navegar cuidadosamente las complejas interacciones entre las dinámicas familiares y las necesidades del negocio y requiere un enfoque estratégico, una comunicación efectiva y un liderazgo comprometido para lograr el éxito”.
Precisamente la relación familia-empresa es uno de los aspectos más complejos que Nuria Luna señala en su etapa como máxima responsable: “hace años firmamos un protocolo, un pacto que regula la relación entre empresa, familia y propiedad (accionistas), a fin de garantizar la estabilidad de la empresa familiar y su proyección a futuro”. Asimismo, señala que “tenemos un Consejo de familia, el foro en el que los miembros familiares definen y toman decisiones sobre su relación con la empresa y la propiedad, que no solo está formado por mis hermanos y mi padre, sino también por profesionales externos que nos aportan mucho valor”.
A lo largo del encuentro, la CEO de Blatem ha explicado cómo acomete el día a día, qué aspectos son los más relevantes y sobre todo, se ha focalizado en los aprendizajes que estos intensos 4 años de gestión le han traído, entre los que destaca que “somos más fuertes de lo que pensamos, es mejor poner toda la atención en lo que aún está en mis manos y encontrar oportunidades, actuar desde la responsabilidad, la serenidad y el sentido común, ser flexible y el papel clave que tienen las personas”.
Para finalizar, Alejandro Escribá, ha destacado que “la planificación de la sucesión requiere una doble perspectiva, la del sucesor, que debe prepararse para liderar el proyecto, y la de quien cede el testigo, que debe preparar la organización para acompañar al sucesor en el proceso y facilitar el aterrizaje. El compromiso de los sucesores familiares tiene un gran valor. Las familias empresarias deben sembrar la semilla para facilitar que surja talento y compromiso entre sus miembros. Si esta semilla germina, el siguiente reto es dotar a la empresa de la estructura adecuada para que pueda desarrollarse ese talento, y preparar el futuro de la generación saliente garantizando su tranquilidad económica, mental y emocional. Para ello hay que trabajar bien los sistemas de comunicación con los accionistas, las estructuras de control.
Asimismo, las personas que ceden el testigo deben alimentar sus relaciones sociales y sus alternativas de ocupación del tiempo para disfrutar verdaderamente de la nueva etapa”.